Día del Idioma Español: fiesta del buen decir

El 23 de abril fue declarado por las Naciones Unidas como el Día del Idioma Español, fecha en que los hispanohablantes recuerdan la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, y la vez el mundo reconoce los valores de la lengua española, considerada una de las habladas del mundo.

Los medios de comunicación, en tiempos de globalización, tienen la responsabilidad de preservar el buen decir en cualquier momento. Si bien son los locutores, comunicadores y periodistas son las caras de presentación del idioma español ante los oyentes y televidentes, el reto es mucho mayor: existe un respeto, a veces pasado por alto, que ha de estar en manos también de directores, responsables de la infografía, así como de los redactores y otros especialistas. Las personas vinculadas a los medios de comunicación estamos obligados, desde el español en este caso, a expresar y escribir bien los contenidos.

La lengua española en su polisemia, como uno de sus rasgos distintivos, ofrece un arma de “doble filo” necesaria de saber usar correctamente, de lo contrario el mensaje toma un curso totalmente diferente a lo que se quiere. No basta con comunicar, es precioso expresarse bien con los tiempos verbales adecuados y no usar el plural de modestia que, por existir, no obliga a abusar de él, cuando explícitamente se trata de una reflexión en primera persona. Del mismo modo debemos cuidar de los sinónimos que, por no conocer el sentido de la palabra, en ocasiones parecen utilizarse simplemente por azar.

Cuba se enorgullece de contar con valiosos locutores y presentadores con Germán Pinelli, uno de los pocos profesionales del mundo que ostentó en dos ocasiones el Premio Onda, instituido para locutores de habla hispana. Pinelli es ejemplo imprescindible al que deben recurrir una y otra vez los profesionales del gremio, cuando se trata de encontrar estilo y distinción en el uso del verbo.

En estos momentos Cuba tiene una cátedra de locución en la sección de Radio, Cine y Televisión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), y se fortalece la participación de profesionales en el Encuentro Científico Nacional de Locutores que se realiza en Ciego de Ávila. Se trata, sin dudas, de importantes acciones en favor de ponderar el rol de los hacedores de la palabra.

Espacios musicales, informativos, especialmente noticieros, deportivos, programas especializados en ciencia y técnica o promocionales cuentan con especificidades de estilo y lenguaje para llegar al público, pero hay un denominador común entre ellos: la claridad y coherencia de la expresión, y solo se logra con el buen uso de la lengua madre.

La radio, la televisión y el cine son los grandes alojamientos que le sirven a la palabra para una estancia confortable, somos entonces los responsables que ella se sienta realmente cómoda en esos “entornos” a los que llegó para quedarse.

En una ocasión el poeta Pablo Neruda afirmó sobre el valor de la lengua española: “Son las palabras las que cantan, las que suben y bajan. (…) Se llevaron todo y nos dejaron todo (…) Nos dejaron las palabras”.

El colonizador español dejó en nuestra salvaguarda una poderosa arma con la cual combatimos y vencemos, porque nos singulariza y vuelve fuertes y hasta invencibles ante la globalización que también incluye el ámbito lingüístico. Que el idioma español se sienta bien servido desde el amor y la protección de sus hijos propios o adoptivos: sencillamente de los que celebramos su día, como una fiesta del buen decir.