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El humor criollo, arraigado en las mayorías desde épocas inmemoriales, propicia reflexionar. Para los cubanos y las cubanas la risa es una necesidad en medio de avatares. Satisface la escucha de emisiones radiales que privilegian ese antídoto contra el aburrimiento. Varias generaciones han disfrutado de un programa vivo en la memoria popular: Alegrías de sobremesa, el cual retransmite Radio Progreso, como homenaje al prestigioso maestro: Alberto Luberta Noy, fallecido en 2017, quien cautivó por su talento y rigor profesional.
En esta figura de la cultura cubana se inspira el libro Alberto Luberta Noy, constructor de risas, del doctor en Ciencias Pedagógicas Pedro Hernández Herrera y el máster Yohan Madrigal. El volumen de 85 páginas, publicado por la editorial En Vivo, del Instituto Cubano de Radio y Televisión, incluye anécdotas, fragmentos de libreros, valoraciones, testimonios de actores, actrices, investigadores, periodistas, realizadores radiales, entre otras personalidades.
Diferentes puntos de vista y acercamientos revelan la raigal cubanía de quien acudió a la idiosincrasia del ser humano común expresada en su riqueza idiomática y espiritualidad. Los nueve capítulos del texto y el epílogo devienen un viaje por la vida y la obra del creador de personajes emblemáticos: Rita, Paco, Estelvina, Sandalio, el bolao, Sarria, Alejito; en fin, una pléyade inolvidable de arquetipos, estos utilizan lenguajes amenos, coloquiales, asentados en valores formativos.
En opinión del primer actor Mario Limonta (Sandalio, el bolao): “Yo siento el honor y el placer de haber trabajado con uno de los grandes humoristas que ha dado el país”. Por su parte, la primera actriz Aurora Basnuevo (Estelvina) reconoció: “Alegrías de sobremesa es eterno… No se le puede quitar al pueblo de Cuba. Alegrías de sobremesa para mí es la felicidad de un pueblo, es lo que el pueblo necesita para vivir. Es la alegría de vivir”.
Ilustrativa de esta dimensión es la referencia a la serie de animación Qué gente, transmitida por el Canal Habana. En opinión de Liuvar Losada Hernández, promotor del proyecto: “Muchos jóvenes en Cuba no pudieron, por cuestión generacional, escuchar el programa radial cuando salía por Radio Progreso. Entonces, la serie televisiva les da la oportunidad de conocer la brillantez de Alberto Luberta y el diverso elenco de actores que le acompañó durante medio siglo. Al mismo tiempo, Qué gente ayudó a conservar el patrimonio sonoro de la isla. Si bien sabíamos que Alegrías… era una obra de ficción, no queríamos exagerar los rasgos de los personajes a la hora de darles vida en la imagen. Queríamos que cada trazo fuera fiel al rostro que había detrás de cada voz”.
Fotos, ilustraciones, referencias al aporte de Luberta a otros espacios, complementan la investigación de Madrigal y Hernández. Consta en el volumen el aporte del escritor en espacios diferentes: aventuras, poemas, canciones, parodias, lo cual ilustra su versatilidad y proeza indiscutible. De acuerdo con Abel Prieto: “Alberto Luberta fue, sin lugar a dudas, un pilar de nuestra cultura, un revolucionario y un patriota ejemplar”. Destacó que su obra debe tener seguimiento, pues es un factor de resistencia de nuestro pueblo.
Las audiencias encontrarán en el libro un complemento de las Alegrías…que volvieron al dial desde la emisora de la familia cubana.