Donde siempre se aprende, pese a la COVID-19
Cuando en los primeros años del Tercer Milenio el Comandante en Jefe Fidel Castro impulsó la idea de crear en nuestro país dos canales educativos de alcance nacional, se abría ante los cubanos la posibilidad de recibir en sus propios hogares un valiosísimo volumen de conocimientos en todas las esferas del saber humano.
Lejos estábamos entonces de imaginar que a estas alturas del siglo XXI esa visionaria iniciativa del eterno líder de la Revolución se convertiría en la alternativa audiovisual que ha posibilitado darle continuidad al curso escolar en todos los niveles de enseñanza, en medio del preventivo e inevitable aislamiento social que impone la presencia en Cuba de la COVID-19.
Al empeño de transmitir orientaciones, repasos y teleclases, sobre todo por la frecuencia del Canal Educativo, se ha sumado Tele Rebelde. De tal modo, ningún estudiante en nuestro país quedará al margen de los contenidos correspondientes al actual año lectivo, sin necesidad de desplazarse hacia las aulas. Un esfuerzo pedagógico y tecnológico que ha involucrado a la Televisión Cubana, a los Ministerios de Educación y Educación Superior, al INDER, al Ministerio de Cultura, a CITMATEL y a otras entidades con el propósito de lograr la exitosa culminación del curso escolar 2019-2020.
Me pregunto cuántas naciones del mundo se estén preocupando y ocupando tanto, en las actuales circunstancias, porque su estudiantado continúe aprendiendo y aprehendiendo las materias propias de sus respectivos niveles de enseñanza, sin salir de sus hogares. Cuba lo está haciendo de un modo perfectible, pero sin duda alguna admirable, con la certeza de que a nuestro sistema educacional no lo hará retroceder ninguna pandemia.