25 de abril de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

«El sonido es la esencia de todo»

Maricel Rodríguez asume a la radio como un medio para llevar el buen gusto musical al público  

«La música sin poesía está destinada a morir», esta certeza ha acompañado durante mucho tiempo a la periodista cubana Maricel Rodríguez. Con más de dos décadas de  labor en la emisora Radio Ciudad de La Habana, la directora de espacios como Al compás y El complot de los compactos, asegura que géneros como el bolero jamás dejarán de existir.

«Todo aquello que carezca de calidad tiende a desaparecer tarde o temprano. Por ejemplo, en el bolero, el son y la salsa existen buenas y malas creaciones. Sin embargo, esos estilos han logrado perdurar a pesar de todo, porque guardan valores en sí mismos», afirma Rodríguez durante una entrevista con En Vivo, a propósito de los 15 años del programa musical Autógrafos cubanos, el cual dirige hace algunos años.

Amante de la picardía de Ñico Saquito, el lirismo de Miguel Matamoros y la sutileza de María Teresa Vera, la también guionista afirma que los intérpretes y las canciones deben pasar por un proceso de selección antes de ser puestos en la radio.

«Yo no puedo poner toda la música que caiga en mis manos. No por un capricho personal, sino porque existen criterios de calidad y del buen gusto, los cuales debe seguir el director», acota Rodríguez.

Dueña de una colección de cientos de discos, Maricel Rodríguez asevera que alimentar hoy un espacio radial con la música cubana más reciente, resulta una tarea titánica.

«Un músico cubano puede tardar años en grabar un disco en la Isla. Por ejemplo, el álbum Sombras amarillas, de Polito Ibáñez, estuvo bastante tiempo en el tintero. Hoy, existen grandes problemas con las producciones musicales en el país», puntualiza la directora radial.

Con una carrera iniciada en el periodismo impreso, Maricel Rodríguez, a sus 54 años de edad, reconoce que la radio tiene un lenguaje propio, el cual la distingue del resto de los medios de comunicación.

Autógrafos cubanos
“El espacio surge de la necesidad de divulgar la buena música producida en la Isla. Su creador fue el director de programas radiales Lázaro Sarmiento, quien actualmente está al frente de espacios como Disco Fiesta, en Radio Ciudad de La Habana. Después de dos o tres años, Sarmiento me pasó la batuta él no podía continuar haciéndolo por cuestiones de trabajo. Entonces, asumí con mucho gusto”, explica la realizadora.

Quien escucha Autógrafos cubanos puede oír desde un bolero de Vicentico Valdés hasta una balada romántica de Leoni Torres. “El programa puede acoger los más diversos formatos musicales desde un solista, un dúo hasta un grupo musical. Pasa lo mismo con los géneros. El son, el bolero, el pop, la trova tienen un espacio en Autógrafos cubanos. No importa que la música haya sido hecha en el siglo pasado o en el presente. Eso sí, cada una de las creaciones debe defender de una manera u otra nuestras raíces.

Hay propuestas que no puedo poner.
Y especifica: “El reggaetón. Yo respeto los gustos de cada cual, pero considero que este género carece de calidad no solo desde el punto de vista musical, sino también en los textos. Por estas razones, no lo pongo en ninguno de mis espacios”.

Con  salida cada domingo, a las cuatro en punto de la madrugada, el espacio Autógrafos cubanos cuenta actualmente con un equipo de producción integrado por los locutores Yanela de la Rosa y Reinier Querol, el editor Alberto Garbayo, el grabador Sergio Cervantes y la especialista de música Dayana Hernández.

Basado en una intensa búsqueda, el programa musical dirigido por Maricel Rodríguez ofrece información relacionada con la historia, evolución y actualidad de la música realizada por un intérprete determinado.

Elena Burke, Pablo Milanés, Miriam Ramos, Descemer Bueno, Diana Fuentes han sido algunos de los protagonistas de Autógrafos cubanos.

Respecto a cómo se las ingenia para tener cada domingo una propuesta musical diferente, comenta: “con los años he logrado tener un colección personal de cientos discos en formato físico y digital. Mucha de la música que hoy tengo la he obtenido de las amistades o copiándola de aquí o allá en una memoria flash.

“Pero, paso mucho trabajo a la hora de sacar una nueva propuesta musical cada domingo. Las reservas o archivos personales se agotan. Y si a eso le sumas que los músicos cubanos pueden demorar años en grabar un nuevo disco, es difícil hacer programa como Autógrafos cubanos.

“Puedo conseguir a la velocidad de la luz la última producción discográfica de Melendi o Prince Royce, pero tardar en tener en las manos el más reciente trabajo de Leoni Torres. Me he visto obligada muchas veces a retomar cierta música, para que el oyente recuerde aquello que sonó en otro espacio”.

Maricel está segura de que lo anterior puede dañar tarde o temprano el patrimonio musical de la Isla. “La grabación de un disco implica dejar un legado para las futuras generaciones. Gracias a la existencia de dispositivos como el fonógrafo, hoy podemos conocer algunas piezas sonoras del siglo XlX. Si hombres como Thomas Alva Edison no se hubieran preocupado por el registro del sonido, hoy muchos cubanos no pudiéramos conocer los primeros danzones que se bailaron en la Isla”, advierte.

Por último, valora la importancia del sonido dentro de la radio: “Muchos hablan de la inmediatez, la reiteración e incluso el uso de frases sencillas a la hora de transmitir un mensaje por la radio. Yo hablaría, en primer lugar, de la sonoridad, la voz de un locutor, el efecto sonoro de una puerta que se cierra y la música de una orquesta determinada. Estos elementos arman en su conjunto el universo radial. El sonido es la esencia de todo”, concluye.

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