“Todo actor debe formarse en el teatro”
Hace tiempo deseaba escribir sobre Aramís Delgado, pero no encontraba la forma de concretar el diálogo con él, a pesar de la gran amistad que nos había unido años atrás. No obstante, como bien dicen: el que persevera triunfa.
La emoción me embargó cuando lo llamé para la entrevista y me respondió que sí, enseguida nos pusimos de acuerdo. En las líneas que siguen aparece una síntesis de las vivencias de este grande de la escena cubana, parte de ellas se refieren a los años cuando éramos unos jóvenes que recorrían Coppelia, en La Habana, y La Isabelica, en Santiago de Cuba.
Aquí va su historia.
Aramís, como él mismo declara, es un guajirito de Cangrejeras, poblado de La Habana, que siempre desde pequeño le gustó recitar y cantar en la escuela, pero también pintaba con placer. Un día, en la biblioteca de Santa Fe, como buen lector, descubre un libro que le llamó la atención que hablaba de la técnica de Konstantín Stanislavski sobre cómo se prepara un actor. Aunque todo eso le pareció interesante, siguió apasionado por la pintura y también leía sobre los grandes pintores.
Hoy afirma que siempre incorpora a sus personajes a través de la pintura, pues esta manifestación artística representa para él el desarrollo de la imaginación creadora. Y siempre hace una interpretación interna, busca el rol que siempre proviene de una imagen.
Su trayectoria en la actuación tarda un poquito en comenzar, pues con el triunfo de la Revolución se incorpora a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), tras pertenecer a los Jóvenes Rebeldes que subieron por cinco veces el Pico Turquino. Lo destinan a las fuerzas de artillería en la fortaleza de San Carlos de La Cabaña, en La Habana.
Allí permanece tres años que aprovecha para iniciar lo que sería después su vida: el teatro. En la unidad recita y también monta la obra “La comadre”.Participa en el Primer Festival de Aficionados.
Confiesa que se escapaba por las noches para asistir a las clases de actuación con una instructora de arte, mientras esperaba su baja de las FAR. Un día Enrique Pineda Barnet, en un casting, lo elige para integrar el elenco del filme Soy Cuba. Ya su marcha por la actuación es indetenible. Pero del cine hablaremos posteriormente.
La directora de teatro Cuqui Ponce de León, que lideraba el Grupo Rita Montaner, estaba buscando un actor para una puesta en escena escoge a Aramís, aunque todavía no había sido liberado las fuerzas armadas, pero se las arregló y participó en La pérgola de la flores.
Tiempo después trabaja con Miguel Ponce, a quien considera un gran profesor de arte, en la obra La Habana 1850, donde comparte con Mirta Medina y Elio Mesa, entre otros.
Ingresa luego al Grupo de los Doce y más tarde a Teatro Estudio, agrupación en la cual desarrolla sus dotes de actor, dirigido por grandes profesionales como: Raquel Revuelta, Vicente Revuelta, Berta Martínez y Armando Suárez del Villar.
En ese prestigioso grupo teatral, Aramís protagonizó inolvidables personajes en los clásicos del teatro, tanto nacionales como internacionales. Entre muchas otras obras participó en: Hamlet, Otelo, La fierecilla domada, Tiene la palabra el camarada Máuser y La Madre. Suman más de 30, sin contar las del teatro cubano, dirigidas por Armando Suárez del Villar. Recuerda puestas en escena tales como Baltasar y El Conde Alarcos, de las más conocidas.
Cuando pasa al grupo Buscón, que dirigió José Antonio Rodríguez, vuelve a hacer papeles protagónicos en Los buenos en el cielo y los malos en el suelo, Buscón busca un Otelo. Por esta última, en 1986, recibe el premio de mejor actuación masculina.
Durante 1998, en Puerto Rico, en el contexto del XXXV Festival de Teatro Internacional del Instituto de Cultura puertorriqueña, actúa en La última tentación de Cristo.
La incesante carrera de Aramís Delgado abarca también la televisión. En su currículo aparecen 40 obras, entre novelas, cuentos, teleplays y programas humorísticos como Punto G. Todavía los televidentes recuerdan sus actuaciones en las telenovelas Las huérfanas de la Obrapía, El año que viene, Magdalena, Violetas de aguay Entre mamparas. También ha interpretado roles en los policiacos UNO y Tras la huella.
Su talento puede apreciarse en más de 20filmes, tanto cubanos como extranjeros. De ellos destaca el largometraje Soy Cuba, Vuelo 134, La muerte de un burócrata, Tulipa, La primera carga al machete, Leyenda, Lucía y Habanera, coproducción con España.
Recientemente actuó en las cintas Martí, el ojo del canario, Chamaco y Pablo. Hace muy poco terminó una película en España, basada en la novela Máscaras, del escritor cubano Leonardo Padura.
Ha realizado doblajes de audiovisuales producido por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICRT), así como por el Instituto Cubano de Radio y Televisión. También ha asumido la locución de documentales para el ICAIC y el Ministerio de las FAR.
Ha impartido cursos en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, además de talleres de teatro en Cuba, España y Puerto Rico. Asimismo integró jurados de evaluación en el Instituto Superior de Arte.
Atesora varios reconocimientos: La Gitana Tropical; Premio de la agencia ACTUAR, Premios CARICATOS; Diploma de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC)“40 por 40 años”; Premio de Actuación Masculina de la UNEAC, por la obra Baltazar; Premio de Actuación Masculina del Festival de Teatro de Camagüey; Diploma por 20 años de trabajo otorgado por el Ministerio de Cultura; Premio Especial del Concurso Nacional de Actuación de la UNEAC por Hamlet; Medalla “Raúl Gómez García”; Diploma otorgado por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas por los 50 años de la fundación del Grupo Teatro Estudio. El Ministerio del Interior reconoció su destacado trabajo para este órgano.
Es artista de Mérito del Instituto Cubano de Radio y Televisión, acreedor del Diploma de reconocimiento del Ministerio de Cultura por su meritoria y destacada contribución a la cultura cubana. También recibió la Distinción por la Cultura Nacional.
A la fecunda historia actoral de Aramís Delgado se suma su excelencia como amigo, por eso agradezco sobremanera la oportunidad de homenajearlo con este trabajo periodístico.