Elizabeth Álvarez: una entrevista necesaria
Conversar con Elizabeth Álvarez me resulta grato desde los tiempos en que coincidíamos en los encuentros literarios auspiciados por la Asociación Hermanos Saíz en la otrora provincia La Habana, hoy Mayabeque. Nos convocaba la poesía.
Desde aquellos días le recuerdo apasionada por el arte, incansable y consagrada a la radio. Entonces, Radiomayabeque era ya su hogar y dirigir programas su mayor pasión. Aunque nuestros encuentros continúan destinados a la ocurrencia de eventos y festivales de la radio y la televisión, siempre hallamos un momento para platicar y ponernos al día.
Eres joven y cuentas con varios libros publicados. ¿Fue la literatura el punto de partida para abordar programas radiales?
De alguna manera la literatura influyó e influye cuando hago los guiones radiales y viceversa. El reto mayor está en conseguir un equilibrio y que cada medio de expresión enriquezca al otro y no lo contamine. Esto se define más en los programas dramatizados y otros que exigen determinada riqueza en la construcción de las frases. Por supuesto que hay una sombra literaria en mis guiones de radio, sobre todo porque quien escribe es la misma persona.
Eres guionista, editas, diriges actores y a todo un colectivo de técnicos en los programas habituales que haces ¿Consideras que el realizador de la radio debe ejercer diversas profesiones dentro del medio? ¿Por qué?
Trabajo en una emisora territorial y es bastante común en un entorno como este que alguien se desempeñe en diferentes funciones. No puedo ser absoluta al decir que uno debe ejercer distintas labores dentro del medio. Hay personas que pueden hacerlo, lo necesitan y lo disfrutan. Otros se limitan a su rol y lo hacen bien. En mi caso sí me ha favorecido el haber estado en la posición del locutor, el editor, el asesor, me ha dado una perspectiva más amplia de la dirección. Sé lo que puede hacerse y lo que no, y más o menos de qué forma reclamarlo al resto del colectivo.
Cuál o cuáles de los programas que diriges te ofrece(n) mayores posibilidades creativas ¿Por qué?
Yo creo que todos los programas me ofrecen posibilidades creativas. Barquito de papel es un dramatizado para niñas y niños con actores aficionados y sin efectista. Eso me obliga a ser muy creativa. Vitral, la revista cultural, intenta una propuesta de arte y literatura con una rigurosa producción musical destinada a un público heterogéneo.
Resulta complicado dirigir un programa así porque la competencia es feroz. Palabras de amor es un espacio dedicado a la música y la poesía. Con él pretendo huir de los esquemas tradicionales e incorporo voces de poetas y literatura más contemporánea. Se hace muy difícil su realización.
Lo Nuestro es un programa que tiene que ver con las tradiciones, la cultura y las personalidades de los once municipios de Mayabeque. Sale cada día en forma de reportaje, te imaginarás cuán difícil resulta. Hasta ahí solo te he hablado de los programas que salen al aire de lunes a viernes.
El domingo tengo tres musicales de características diferentes: Siempre habrá una canción, sobre esa forma maravillosa de nuestro arte; Desde la música, que es una revista de actualidad; y Siempre la música, un programa especializado.
Los temas de orientación social los abordo en el espacio Para hablar contigo. Y cada vez que hay pelota me toca la revista ¡Qué batazo! Todos me exigen ser creativa. A veces me agoto porque son muchos programas y surgen contratiempos de todo tipo, pero hay que renovarse, reinventarse y seguir. Es la única manera.
¿Qué elementos, creativos o de otra índole, no pierdes de vista cuando diriges programas habituales?
Trato de no perder el respeto hacia quienes nos escuchan. No se puede subvalorar a la persona que nos sintoniza. Quizás no surja todos los días una obra de arte, pero mi reto es intentarlo.
Tu obra adquiere una connotación especial desde el abordaje de temáticas e historias de vida muy simples. ¿Consideras esta la clave del éxito ante los oyentes y de tus resultados de trabajo?
Lo del éxito y los resultados es bastante relativo. Así mismo lo referente al gusto. Por supuesto a ellos contribuye la selección del tema y la manera de abordarlo. Trato de hacer las cosas lo mejor posible y poner en cada programa herramientas que aporten al oyente. Ojalá lo que yo hago le gustara a todo el mundo, pero recuerdo una frase de Nicholas Ray, referente al cine, que se puede aplicar a cualquier cosa: “no existe una fórmula para el éxito. Pero sí existe una para el fracaso: tratar de contentar a todo el mundo”.
Diriges programas para diferentes tipos de público y en cada uno, aunque muy diferentes, encuentro un sello particular que te distingue ¿Concuerdas conmigo? ¿Por qué?
Creo que sí, que de alguna manera pudiera existir un denominador común entre todas las cosas que hago en la radio, como ya expliqué muy diferentes. Trato de diferenciarme en cada espacio sin dejar de ser quien soy. Me complace que alguien escuche por ejemplo alguna propaganda -una mención, una promoción, que carece de crédito- y me diga: “Eso lo hiciste tú”. De alguna manera he ido construyendo algo parecido a un estilo. En ese camino ando.
Vives con pasión el mundo de la literatura y el de la radio ¿Tienes la misma fórmula para la concreción del poema y de la obra radial a la hora de crear? ¿Cómo haces?
Hay grandes diferencias a la hora de concebir un poema y un programa de radio. Cuando era muy joven escribía literatura con asiduidad, desaforadamente, ahora lo hago cuando no puedo evitarlo. Esto me resulta penoso dado que el verso queda para siempre y la obra radial es efímera.
Hacer tantos guiones me agota, pero me ayuda económicamente. Aunque a veces no esté de ánimos para escribir tengo que sentarme y hacer los libretos. Cuando falla la inspiración convoco al oficio. Con la poesía no puedo hacer eso, el estrés diario me limita a la concreción de los versos. Ojalá pueda volver un día a encontrar el equilibrio entre la radio y la literatura. No es algo que dependa de otra persona, depende de mí. Voy a ponerme a trabajar en ese sentido. Todo es asunto de concentración y trabajo.
Elizabeth Álvarez es graduada del Instituto Superior de Arte en la especialidad de dirección. Muchos son los premios provinciales, nacionales e internacionales que avalan la calidad de su obra, destinada a diversos públicos. Sus resultados están respaldados por una constante superación en diversas especialidades. En la actualidad se encuentra vinculada al colectivo del telecentro municipal Güines TV, como conductora y guionista de programas cinematográficos.