Estanislao Cordero:“la radio necesita corazón”
La radio necesita corazón, según afirma Estanislao Cordero, un profesional de la comunicación y la consola de sonido que ha hecho de Radio Metropolitana el divino recinto donde ha podido crecer y experimentar las mayores satisfacciones profesionales.
Le conocí hace unos cuantos años cuando imaginaba que mi estancia por la radio sería muy corta. Desde entonces su trabajo ya era referente para quien le localizaba en el cubículo de grabación por su notable labor como realizador de sonido, editor, director y voz de sus propios espacios.
Estanislao Cordero es un hombre que descubrió en la radio todas las respuestas posibles para más de un por qué. De ahí que en este merecido homenaje al centenario de la radio y a sus hacedores, sea el mejor pretexto para conversar con este locuaz creador que se insertó en el universo radial, a mediados del año 1989.
“Llegué para formar parte de un colectivo de escritores de un espacio que se llamaba Carpe diem. Era un programa que venía funcionando como una gran revista cultural, salía todas las noches (10:00 am. a 11:00 pm.), y en cada edición se abordaba un tema diferente sobre las distintas manifestaciones de la cultura».
«Gracias a un amigo escritor y director de programas, Said de la Cruz Boschini, que formaba parte del taller literario del municipio Marianao, integramos el grupo “Madero” conformado por poetas, narradores, dramaturgos, entre los que destacaban Alberto Guerra Naranjo, Edgar Estaco, Rafael Acosta».
«Así, comenzó la posibilidad de crear para radio, una oportunidad que aproveché desde el comienzo escribiendo para cine. Aunque mi intención era hacerlo sobre música, existían dos valiosos escritores para esa manifestación. Entonces asumí la tarea y aquí permanezco con igual ilusión creciendo y aprendiendo…”.
Para Estanislao la radio es sinónimo de música por eso ha combinado ambos caminos. Según cuenta, se graduó como instructor de teatro y asumió la radio como habilitado hasta que tuvo la oportunidad de evaluarse de director y música.
«Me evalué y a partir de ese momento se me abrieron muchas otras puertas. Ya había hecho programas musicales, revistas como ”A propósito”; de orientación social, como “En buena compañía”, y la última etapa del programa más notable que hubo en la década del novena en Radio Metropolitana, por supuesto, “Casa de cristal”.
«En 1998 compartiendo con Arsenio Jiménez la codirección del programa “Super musical latina» se me ocurrió crear ahí una sección pequeña dedicada al jazz, además de la sección “Martes de jazz” en la revista ”A propósito” que entonces dirigía el inolvidable colega Eduardo Djata Djeli».
«Luego, se decide extender la programación de la emisora a 24 horas, y es la oportunidad de unir los dos momentos que tenía de jazz en la semana para crear mi proyecto “La puerta abierta”, que ya cuenta con 21 años , y el espacio “Armonías universales”, que nació en 2006, y me posibilita mucha más amplitud en el tipo de música que le ofrezco a los oyentes».
«La máxima para asumir estas propuestas responde a una necesidad personal que tuve desde el primer día que llegué a la radio y es poder escuchar la música que yo no encontraba en ella. Crear programas en que la información no llegara como un” ladrillazo” sino de las maneras más amenas y desenfadadas posibles».
«Respeto mucho el trabajo de los locutores, pero a todos los que han trabajado conmigo les digo que se conviertan en comunicadores, pues está muy bien poner en práctica las exigencias técnicas; pero hay que lograr acercarse a la gente y buscar dentro de ese lenguaje el que más se acomode a la mayor cantidad de personas».
Estanialao es un melómano empedernido de todo tipo de géneros, pero desde que descubrió el jazz encontró la libertad para moverse en sus propuestas musicales.
«En el caso del programa “Armonías universales”, por ejemplo, siempre hay cabida para el trabajo tanto de los músicos cubanos como de otras partes del mundo. Para mí es siempre importante recordar que somos una potencia musical, basta ponerle oído a cuanta música se interpreta allende los mares y se verá algún referente nuestro: desde África hasta Japón.
Recuerdo con mucho placer una entrevista hecha al excelente músico estadounidense Marcos Mihler que muestra como desde su visita a Cuba en 2017 conectó de tal manera con Cuba que no ha podido desprenderse del fenómeno musical de la Isla.”
Con la experiencia de un decir con el que se ha ganado un público fiel, comenta Estanislao sobre la radio cubana actual:
“Siento que lo que más necesita la radio en estos días es actualizarse, conectarse con la radio de estos tiempos. Para ello, por supuesto, hace falta mucha información y, al mismo tiempo, vocación .
Creo que la radio lo primero que necesita es corazón, una voz y sonidos: músicas, efectos, pero la única manera en que eso se articula, emociona y entra en las venas de los oyentes es que haya corazón para hacerlo.
Recuerdo a la primera asesora que tuve fue Isadora del Río, una mujer sabia, que cuando no sabía sobre algo determinado tenía la decencia de preguntar y al momento salía a investigar para ponerse a tono con el contexto. Esa es una actitud loable y necesaria de imitar.
Una conversación con Estanislao Cordero se inicia y no se sabe cuándo termina por el cúmulo de información y experiencias que transmite. Ha asumido proyectos televisivos como “Hilo directo”, hace algunos años; pero su inquieta manera de ser lo ha llevado seriamente como guionista por los rumbos del audiovisual.
En este listado figuran proyectos como “Jazz en línea” y “Perfil vicentino”, este último proyecto es auspiciado por la embajada de San Vicente y las Granadinas y bajo la dirección de Alejandro Mayor.
De esa manera sigue descubriendo y acercándose a nuevas metas creativas aunque, indudablemente, la radio es su principio y fin. De ahí que sueñe con su propio canal online para regalar toda la música que mejor le hace vivir.
Fotos: Autora