La inmensa fortuna de Carmen Laura Marín
Conversar con Carmen Laura Marín, Artista de Mérito de la radio cubana, es un gustazo de marca mayor. Solo de verla e intercambiar las primeras palabras asumes estar ante una mujer inteligente, capaz y dichosa. Llegó a Radio Progreso por pura casualidad de la vida, aunque luego de 31 años de permanencia da gracias, cada día, por ser parte del colectivo de esa planta radial.
Antes de ser radialista era profesora de Español y Literatura en el preuniversitario 13 de Marzo, ubicado en San Antonio de los Baños, pero se mantenía vinculada a Progreso, pues ya despuntaba como lo que es, una poetiza de altos quilates, aun cuando la modestia le haga decir lo contrario.
Su inclinación por cuartetas y redondillas la relacionó con algunos profesionales del medio. En esa lista cuentan Alicia Pineda y el legendario locutor de Nocturno Juan Ramón González Ramos. El conductor acostumbraba a radiar los poemas de Carmen, por lo que muy pronto el nombre de la joven profesora fue noticia entre los seguidores del popular espacio musical, que a menudo preguntaban ¿quién era la responsable de ese vuelo poético?
Su primera visita a uno de los estudios de grabación de la emisora fue impactante, quedó fascinada, enamorada del medio, sin embrago seguía unida a la docencia, no sabe si por costumbre o tradición. Su madre y sus tías también fueron maestras.
En el año 1987 se sometió a una operación de columna vertebral y sus médicos le recomendaron poner punto final a los viajes a San Antonio de los Baños por la distancia. Fue ahí que la caja de pandora se destapó y Carmen Laura, llevada por su amor a la radio y empujada por el destino de alguna manera, encontró la cobija que necesitaba en la emisora de la familia cubana. Allí fue recibida con los brazos abiertos, pues todos conocían sus capacidades literarias con énfasis en la poesía.
Tuvo la inmensa fortuna de contar con el apoyo de las radialistas Lourdes Sánchez, Orieta Cordeiro, Juan Ramón González Ramos y Enrique Domínguez Sosa, entonces asesores en la Onda de la Alegría.
Pasado algún tiempo, y ya como parte oficial del medio, cursó estudios de asesoría hasta alcanzar el primer nivel. A partir de entonces no se ha desligado de la emisora más alegre de Cuba, a pesar de otras ofertas de trabajo bastante exclusivas y tentadoras.
Para esta habanera, nativa del Vedado, ser parte del colectivo de la planta radial es lo mejor de su vida. Allí elevó su capacidad profesional a través de varios cursos de habilitación, de técnica radial, incluso de guiones de televisión, aunque confiesa no haber trabajado nunca en la pantalla chica.
Carmen Laura Marín se define como una lectora voraz y amante empedernida de la asesoría, aunque en lo relacionado con los programas, sus hijos preferidos, como llama a sus espacios más amados, son el radio teatro y el radio cuento, dos programas cuyas grabaciones y emisiones disfruta tanto o más cómo asistir a una fiesta o darse un chapuzón en la playita de 16, algo que acostumbra a hacer con regularidad
En ese rango de satisfacción está también La Novela Universal, que asesora desde el año 2007. Otro de sus espacios preferidos es Desde el centro, que atiende la CTC Nacional con salida al aire los sábados.
El 27 de diciembre del 2021 la también periodista cumplió 61 años de edad, pero su amor por la radio y la familiaridad que la une a Progreso es tanta que —a pesar de tener el tiempo de vida y de trabajo necesarios para el retiro— no piensa en esa posibilidad.
Ante la pregunta si presentará la jubilación respondió: “En mis planes inmediatos no he pensado en esa variante. Lo demás es sacar nuestras propias conclusiones, tal como dice Taladrid. Por mi parte, en buena hora, habrá Carmen Laura Marín, asesora, para rato”.