9 de octubre de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

“La radio es el sonido”

Exclusiva con Rafael Vidal, realizador de efectos sonoros
“La radio es el sonido”

“La radio es el sonido”

En la vida real, según parece, todo tiene que ver. Disímiles sonidos e imágenes forman parte de la experiencia humana, de la cual se apropian guionistas, directores, técnicos, actores, actrices, en radionovelas, filmes, telenovelas, series, teatros, entre otras narraciones ficcionales.

Disímiles conflictos, circunstancias dadas, ambientes, lideran con los personajes en esa otra realidad, la cual tiene lenguajes y especificidades propias en el medio radial.

No son asuntos de “magia”, trotes de caballos, puertas que se abren y se cierran, la lluvia al caer, pasos en diferentes planos, movimientos bruscos, lentos, el timbre del teléfono, peleas sorpresivas, chorros de agua en un balde; cada sonido de la historia relacionado con ambientes y personajes, lo produce el realizador de efectos sonoros.

A dicha especialidad dedicó cuarenta años de su existencia un avezado experto, Rafael Vidal.

“Como oyente siempre me hice muchas preguntas: ¿los actores y las actrices debían caminar, concentrarse en los que decían, llorar, reír, y al unísono mover sillas, mesas u otros objetos?, ¿quién lograba la atmósfera requerida en historias de siglos pasados y de épocas contemporáneas?, ¿cómo hacer para que una persona con defectos físicos, cojera, u otro tipo de limitación mantuviera el paso durante largos trayectos?

“Por azar llego al Instituto Cubano de Radio y Televisión en 1968. Estudié en un curso de entrenamiento teórico y práctico que impartían Planas Osorio y Félix Márquez. Poco a poco, sobre la marcha, fui adquiriendo saberes y habilidades manuales.

“El efectista debe observar todo lo que acontece a su alrededor, ser creativo, sensible, constante en el espíritu de superación.

“En ocasiones, el efecto exige varios ritmos o sonidos. Por ejemplo, si el personaje camina y se apoya en un bastón tiene determinada dinámica, la cual cambia cuando corre, camina despacio o detiene sus pasos.

“El efecto es un elemento dramático, de él depende la verosimilitud de la trama y el sentido de la verdad artística. Por ello, el realizador de efectos sonoros trabaja unido al actor y a la actriz, al concepto de la dirección de la puesta, así contribuye a dar visibilidad a lo que imaginan los oyentes”.

Programas históricos, educativos, cuentos, teatros, radionovelas, aventuras, enriquecieron sus experiencias profesionales.

“La complejidad de escenas y capítulos depende del escritor y de la audacia del director o la directora del espacio. Trabajé con figuras muy talentosas, conocedoras del medio radial, entre ellas Oscar Luis López, Héctor Pérez Ramírez, Jackie de la Nuez, Abelardo Rodríguez, Julio Lot e Isadelaida Rodríguez.

“Ellos eran conscientes de la labor artística del realizador de efectos, especialidad subvalorada por algunos que, incluso, los quitaban del libreto. Por supuesto, el resultado de la emisión se afectaba.

“La radio es el sonido, esto nunca puede perderse de vista. Simplificar atmósferas, paisajes visuales, acciones físicas de personajes, empobrece el sentido del relato y su dramaturgia.

“Estoy jubilado, todos los días extraño el “estrés” de preparar un programa, el ensayo, la voz de silencio: grabando.

“Los más jóvenes que lleguen a la radio deben reconocer la importancia de este medio, el cual exige estudios sistemáticos, práctica, enamorarse intensamente de la historia por contar.

“Lamentablemente, la especialidad de realizador efectos sonoros no se estudia en la academia. Según creo, tampoco existen cursos o talleres, deberían organizarse, pues los de más de edad ya no estamos en el estudio y quienes llegaron hace algunos años tienen una buena carga de trabajo sobre ellos.

“En la radio, la televisión y el cine no existen las individualidades perfectas, el resultado del trabajo depende del esfuerzo, la dedicación, la disciplina, la creatividad y el aporte de cada miembro del equipo.

“Eso que llaman magia, lo traduzco en creación, sensibilidad, en ser parte de un medio que, en el siglo XXI, sigue acompañando a diferentes generaciones en los rincones más distantes del mundo”.

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