27 de julio de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

La radio, una compañera incondicional

Entrevista a Tony Arroyo, actor, escritor y conductor de varios programas de radio y televisión

Como una compañera incondicional califica Antonio Arroyo a la radio, un profesional que asegura sentirse agradecido por los 34 años que ha trabajado en este medio, encontrando en sus cabinas y micrófonos la realización profesional.

Se acercó a Radio Progreso a los 11 años y gracias a Carmen Solar, conoció el ABC de su práctica. En la pequeña pantalla pudo actuar a los 13 con apariciones en teatros para la tv, cuentos, novelas y aventuras dirigido por Raúl Perez y Carlos Piñeiro.

Recordamos su participación en la película El Brigadista dirigida por Octavio Cortázar, con quien mantendría siempre una profunda relación de cariño. Siendo estudiante de Filología en la Universidad de la Habana fue seleccionado para un casting en RP y se profesionalizó. Tony Arroyo evoca la alegría que sintió al recibir sus primeros 100 pesos de salario. Ese recuerdo va acompañado de las demás vivencias que comenzó a reunir en su vida artística.

¿Qué significó para ti, la radio?

Se convirtió en un modo de vida y de aprendizaje. La radio es un mundo extraordinario, donde dominar la técnica no es fácil. A mí me costó diez años hacerlo.

La voz es el elemento fundamental para comunicarse y tiene mecanismos que hay que saber trabajar para hacer posible expresar, comunicar. Tiene una magia que no tiene la televisión porque debes lograr que, a través del sonido, el oyente se enganche, además es una compañía que no molesta y tiene un público muy fiel. En una ocasión, un radioescucha se acercó a la emisora para conocer a los actores que habían interpretado los personajes que había oído en tantas novelas y quiso conocerme. Era de Pinar del Rio, no tenía televisor y la radio lo acompañaba, en el lugar apartado en que vivía. Fue conmovedor.

¿Cuál es tu opinión sobre los directores de radio con los que ha trabajado?

Héctor Pérez ocupa un lugar especial entre ellos. Era un gran amigo, un confidente. Muy laborioso como director, conocía bien el género y me dio muchas oportunidades. También trabajé mucho con Caridad Martínez, Moraima Osa, Abelardo Rodriguez y por supuesto Carmen Solar.

En Radio Arte recuerdo a Loly Moreira, que dominaba mucho la dirección de actores y a Pablo Verbitsky, el cual dirigía la novela cubana que se transmitía por Radio Rebelde y que tanto éxito tuvo. A ese logro contribuyeron los escritores Norberto Domínguez, Ernesto Daranas y Fredy Domínguez, los cuales reflejaron la realidad de los años 90 de una manera muy verídica, esa experiencia dió un vuelco a mi trabajo como actor.

Has actuado con grandes figuras de la actuación radial ¿Puedes hablarnos sobre algunos de ellos?

Julio Alberto Casanova fue un actor portentoso, disciplinado, especial, desde el punto de vista humano. Compartir elenco con él era una clase de actuación por el control de sus inflexiones, sus pausas, la entonación. Tenía un amplio registro actoral que podía expresar solo con la voz, que era redonda y le permitía hacer locución y declamar de una manera maravillosa.

Hablando de buenas voces, quiero mencionar a mi amigo Marlon Alarcón Santana, a Miriam Mier, una soberbia actriz, que transmite magia e histrionismo, Teresita Rúa, una intérprete con mucha verdad, Aurora Pita, tan llena de cultura, Magui Castro quien tenía un registro formidable y causaba asombro por sus desdoblamientos, Emilio del Valle, exquisito en la actuación. También tuve la posibilidad de trabajar con José Antonio Rodríguez, fue un privilegio compartir elenco con él, dirigidos por Caridad Martínez. Hasta le pedí un autógrafo en el primer programa que hicimos juntos. No puedo olvidar a Miguel Navarro, el cual fue uno de los mejores actores de Cuba y al que quise mucho.

¿Además de la radio dramatizada has hecho locución?

Sí, conduje en Radio Taíno varios espacios, entre ellos SOS Planeta, Con acento cubano y Cuba Tonight.

¿Puedes contarme cómo has llevado la conducción de tv?

En 8vo grado conduje en tv el programa Periodismo Infantil, de Julio Cordero y más tarde, Hecho en casa, que se transformó en Lucas, creado por Orlando Cruzata. En los últimos años he realizado conducción, dirección y coordinación de todo un proyecto televisivo, en Todo con Tony por dos temporadas y Que la música no falte, con Bis Music, conmemorando el aniversario de esa casa disquera.

¿Cómo comenzaste tu carrera de escritor?

Soy filólogo y un apasionado de la literatura. Había escrito el borrador de una novela y le pedí a una compañera de la universidad, la editora Dulce María Sotolongo, que lo leyera. A ella le pareció que tenía muchas posibilidades y fue bastante exigente conmigo, trabajamos mucho. Es un texto autobiográfico y en ocasiones, mientras lo escribía, debía detenerme para llorar. Así salió mi primera novela ¿Mantilla? Después de la Palma. Tuvo dos ediciones que se agotaron, lo cual resultó muy satisfactorio. La otra novela se titula Bendita Habana y para escribirla investigué minuciosamente sobre la época colonial y encontré fenómenos sociales que se repiten en nuestros días.

¿Qué escribes actualmente?

Se trata de una historia de mujeres empoderadas, parte de la vida de una doctora extraordinaria y le he sumado otras líneas argumentales.

¿Qué puedes decir de tu experiencia en el teatro?

Bajo la dirección del tristemente desaparecido amigo, Tony Díaz, presenté Fresa y Chocolate en Cuba, Argentina y Chile. Más tarde pude crear mi Grupo de Teatro La Bernarda, que es el nombre de mi madre y presenté las puestas: Fresa y Chocolate, Infames, La Rumba de Papa Montero, La muerte y la doncella y Bendita Habana. Un mal día me cerraron el grupo, a pesar de tener muy buena respuesta del público y cumplir con la taquilla. Tuve la satisfacción de invitar a actuar en el teatro, a compañeros de la radio, excelentes en todos los medios.

¿En qué trabajas en estos momentos?

Participo como actor en la telenovela Asuntos pendientes, con la dirección de Felo Ruíz y Tamara Castellanos y estoy muy satisfecho porque la dirección de actores es sólida, hay muy buen ambiente de trabajo y eso es lo que necesitamos.

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