20 de abril de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

La Televisión me hipnotiza

Con la afabilidad que lo caracteriza Amaury Pérez Vidal accedió a hablar más que de su programa Con 2 que se quieran de su ejercicio profesional.
Amaury Pérez Vidal

Amaury Pérez Vidal

Preciso, por momentos cortantes, este popular artista reflexiona especialmente sobre la conducción de espacios televisivos y la forma casi “demencial” con la que se entrega a ellos.

¿Te has puesto a pensar si en el arte de  dominar la locución influyen factores genéticos? ¿Sería tu caso uno de ellos?

No creo que mi fascinación por la conducción de programas sea hereditaria, comparar lo que yo hago con lo que hizo mi madre es imposible cuando no absurdo, asumo con humildad el lugar que ocupo en el escalafón genético; ella era una gema y yo un simple aprendiz de joyero.

Hasta donde conozco has estudiado música pero no te has adentrado en cursos lingüisticos o en especifico de locución, sin embargo parece que siempre has estado preguntando detrás de un micrófono ¿cómo has llegado a ese dominio? ¿cuánto te preparas para una entrevista?

No estudié música y sin embargo escribo canciones, no he frecuentado talleres literarios y he escrito y publicado dos novelas y un libro de cuentos, tampoco he asistido a cursos de locución y ya ves, he incursionado como conductor en la radio y la TV con cierto éxito. Rebasé con dificultad el noveno grado, soy malo para las ciencias, pero he sido osado, curioso, atrevido, leo a lo bestia, escucho música a toda hora y de todo tipo, veo mucho cine y televisión,  lo pregunto todo, sé escuchar. Tuve en casa a la mejor maestra y la observaba compulsivo y a veces obsesionado, aprendí mucho de ella, nací con un micrófono en el corazón, los estudios de TV y las cámaras son tan naturales para mí como beber agua fresca. La televisión me hipnotiza hasta límites insospechados.

Me preparo para las entrevistas como si en ello me fuera la vida, las diseño con cuidado y delicadeza, luego las estudio, las comparo unas con otras, pero no me las aprendo de memoria porque el arte de entrevistar tiene mucho de espontaneidad si estás atento. Una respuesta inteligente y no presentida puede alterarlo todo generando nuevas preguntas no previstas de antemano, a veces hasta mejores que las que tenías. En una buena entrevista el entrevistado es el protagonista y el entrevistador es un provocador que debe ocupar siempre el escaño inferior de cara al televidente y al propio sujeto a entrevistar.

En el caso de Con 2 que se quieran eres el director y guionista ¿por qué asumir las tres funciones? ¿te da más seguridad? ¿O es que así eres más libre?

La idea es mía, lo conduzco yo, soy el guionista, el autor del tema musical de presentación y también hago la dirección general ¿qué pecado hay en esta suerte de multioficio profesional? Me gusta tener el control y asumir la responsabilidad total de lo que hago, eso no me hace más libre sino todo lo contrario, soy presa de mi propio frenesí y ansias  de perfección, trabajo a un ritmo incalculable y demencial, genero ideas constantemente, acierto muchas veces y otras yerro, pero intento ser un ejemplo y un motor para el resto de mi equipo y convertirlos (convertirnos) en un monstruo de múltiples cabezas. Los errores los asumo en singular y el éxito lo comparto con todos, esa es ni más ni menos mi manera de trabajar.

Hasta ahora has entrevistado a amigos ¿cómo decides cual pregunta hacer? ¿qué te pone el límite a la hora de insistir en conseguir una respuesta?

Me dejo llevar por mi instinto poniéndome en el lugar del televidente porque soy uno más. Mi límite a la hora de insistir en conseguir una respuesta está en no hacer sentir demasiado incómodo a mi invitado, mucho más en un programa con las características de Con 2 que se quieran. No siempre entrevisto a amigos,  ni el cineasta italiano Giuseppe Tornatore, ni la escritora surafricana Nadine Gordimer lo son, pero amo sus obras, admiro sus carreras y eso es suficiente. Con los intelectuales y artistas del patio hay también diversos grados de amistad, pero existe, al menos, una cálida relación entre nosotros y por supuesto de mí para ellos, admiración y cariño.

¿Cuánto practicas esa máxima de que televisión y cine son medios para trabajar en colectivo?

¡Claro que tiene que ser en colectivo! Uno conforma un equipo y debe confiar en él, lo orienta, lo dirige, sí, pero tiene que estar siempre atento a sus ideas y proposiciones porque nadie posee, por más que lo pretenda, la verdad absoluta ni la decisión oportuna y conveniente en todas las zonas del proceso creativo como un programa de TV.  Para Con 2 que se quieran necesito periodismo de investigación,  asistentes dedicados, camarógrafos participativos, un editor estrella, realizadores de imagen, luces y sonido muy calificados, laboriosos, disciplinados y retadores, escenógrafos imaginativos, en fin…Escucho sus sugerencias con atención y las aplico y las acepto en la mayoría de los casos, no en todos, es cierto, porque nadie está dentro de mi cabeza tejiendo o engrasando mis ideas. Debería relajarme un poco o tendré una vida corta en estos menesteres, aún no lo logro.

¿Siempre respondes a los mensajes que te dejan en INTERNET? ¿Por qué lo haces?

No siempre. Recibo cientos de correos y mensajes telefónicos en los días posteriores a la emisión de los programas, si son laudatorios me abrumo, e n lo más hondo soy un hombre tímido y no sé qué contestar, si son mails escritos con mala fe los desecho y olvido pronto, los leo todos y contesto algunos, normalmente los que superan y disparan mi emoción o los que traen proposiciones dignas de tomar en cuenta.

¿A quien no has entrevistado y quisieras hacerlo? ¿Por qué?

Es una pregunta que no puedo responder ¡hay tanta gente interesante!

Sueño, y no he terminado Con 2 que se quieran, con un programa donde entreviste a políticos, sería otro salto con otro estilo y otro fin. Ya veremos que me depara el devenir.

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