18 de abril de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

“Me gustaría conducir un programa de competencia”

Asegura Carlos Alejandro Sánchez Rodríguez, el conductor más joven de la televisión camagüeyana
Carlos Alejandro Sánchez Rodríguez

Carlos Alejandro Sánchez Rodríguez

Con solo 20 años de edad, Carlos Alejandro Sánchez Rodríguez es el conductor más joven de la televisión camagüeyana. Aquí y ahora es la revista de variedades que pone nombre a su talento, y aunque sus inicios fueron en la radio, sintió siempre que la pequeña pantalla era su objetivo final y una “cuenta pendiente”.

Actualmente estudia Lenguas Extranjeras en la Universidad de Camagüey, y a diferencia de lo que muchos pudieran creer, no trabaja en la televisión por la exposición que ofrece ante los demás, a pesar de reconocer la importancia de sentirse acogido por un público que valora su trabajo.

Este joven, como muchos de su generación, se siente atraído por las nuevas tecnologías de la comunicación. Es por ello que dispone de un canal en Youtube llamado Carlos Alejandro Life, y está en constante interacción en redes sociales como Facebook, Twitter, y en especial Instagram.

Desde que era niño, el trabajo en los medios de comunicación le llamó la atención. Un día decidió probar suerte en Radio Cadena Agramonte, la emisora provincial de Camagüey que le abrió las puertas por su buena dicción y pronunciación. Y comenzó a trabajar con 11 años en el espacio Tiempo al tiempo, dedicado a niños y adolescentes, que todavía sale al aire.

“Estuve allí cinco años y ahora valoro mucho mi paso por ese programa, pues me dio las herramientas de locución más importantes para comenzar a abrirme paso de la mejor manera. Además, me creó la constancia y el compromiso con lo que hacía”, señala.

Luego, por cuestiones de edad y voz, pasó a otro programa llamado Tu preferido, que constituyó un reto para él, en tanto no se hacía sobre la base de un guión sino a través de notas y secciones destinadas a un público de enseñanza preuniversitaria.

Con esas experiencias previas, Carlos pudo avanzar hacia un espacio que resumía todo lo aprendido hasta el momento, y se involucró con Siempre en Juventud, donde continúa actualmente y espera seguir, pues lo considera el programa más familiar y unido que tiene la radio de Camagüey, el colectivo es una gran familia con la que ha vivido momentos espectaculares.

“Hace tres años estaba en mi casa escuchando el espacio y le dije a mi mamá que yo posiblemente nunca podría estar allí y disfrutar las cosas de la manera en que se hacen. Pero la vida es chistosa: después de un año de ese suceso ya yo estaba formando parte del colectivo”, indica el joven.

Además de este programa, colabora con otros espacios porque necesita probarse hasta qué punto puede llegar. Aun así, sostiene que debe desdoblarse un montón para que un espacio no se parezca a otro, y a la vez ser él mismo y disfrutar de igual manera.

“Yo le tengo un especial cariño al colectivo de Radio Cadena Agramonte por su cariño y aprecio. Ellos me abrieron las puertas, me recibieron en circunstancias complicadas, y eso no se olvida”, destaca.

Para el joven, la radio ha significado mucho porque se aprende algo nuevo cada día, no es aburrida, el aprendizaje es constante, y se siente una adrenalina que hay que vivir para poder explicar.

Sin embargo, defiende la necesidad de convertir este medio en una plataforma más interactiva para que los jóvenes se sientan más identificados y lleguen a su programación en tiempo real, especialmente a través de las redes sociales.

Luego de cuatro años de experiencia en la radio, finalmente tuvo la oportunidad de entrar en la televisión, su gran sueño, donde la experiencia ha sido “parecida, pero diferente a la vez, porque ya no solo te escuchan, sino que te ven.

“Eso posibilita que la gente se sienta más identificada con el trabajo que uno hace. No obstante, la preparación de la radio no tiene comparación y es una gran escuela que ofrece la base necesaria para saltar hacia la televisión. Si no hubiese pasado por la radio, habría sido casi imposible enfrentarme a una cámara y a un programa tan complejo como el que hago ahora.

“Si finalmente tuviese que escoger, preferiría al menos un espacio en la radio para no perder ese entrenamiento diario. Cada medio tiene su encanto y su público. En la televisión he sentido con más fuerza el cariño de la gente porque se sienten con más confianza al verme. Algunos me hablan como si me conocieran de toda la vida.

“Tengo la perspectiva de continuar en la televisión, abriéndome camino,  y aspiro a conducir un programa con formato competitivo que permita al público conocer a los participantes y sentirse identificados con ellos.  Espero que algún día sea posible. De todos modos no me quiero limitar a hacer otra cosa: todo lo que se presente en el camino se traduce en experiencia y enseñanza. Pero disfruto lo que hago y no me veo haciendo otra cosa que no sea esto”, concluye el joven.

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