“Mi destino sería la radio”
La periodista Mery Delgado ha dedicado 32 años de su carrera al periodismo cultural. Se graduó en la Facultad de Artes y Letras como licenciada en Periodismo y su primer trabajo lo tuvo en una emisora local, que le permitió emprender una práctica integral en el mundo de la radio.
«La búsqueda de información sobre el programa A las Doce, de CMBF, me hizo llegar a Mery Delgado, experimentada radialista de la mencionada emisora». Acerca de su formación comenta en declaraciones exclusivas a En Vivo: “Me gradué en la Facultad de Artes y Letras en 1983 como Licenciada en Periodismo. Desde mucho antes tenía decidido que mi destino sería la radio. Aunque no tuve la mejor práctica de estudiante, escuchaba mucha radio, su lenguaje me fascinaba y otros maestros del medio me hicieron enamorarme de su belleza”.
“Pedí entonces en el otorgamiento de plazas que fuera en una emisora dondequiera estuviera ubicada. Y así fue como viviendo en el Vedado, fui a hacer mi servicio social a Radio Ariguanabo, enclavada en San Antonio de los Baños. De tres años establecidos me quedé seis. Y es que la emisora territorial de La Habana, que abarcaba seis municipios de esa antigua provincia me enseñó mucho”, recuerda.
“Empecé como reportera en una geografía desconocida para mí, pero tan rica en renglones económicos, investigativos, cultura e historia que me atrajo su descubrimiento desde el primer día. Solo tenía mis herramientas de la academia para enfrentar el trabajo donde no había periodistas graduados, pero si conocedores del territorio. Aprendí mucho del medio, me hice editora, locutora y reportera de mis trabajos. Aproveché la cercanía de la audiencia para interactuar y hacer mucho género de opinión. Yo digo que fue una etapa de formación, que ojalá todos los periodistas que se gradúan tuvieran la oportunidad de pasar”, asevera Delgado.
Transcurrido seis años en San Antonio de los Baños, afirma Mery, “ya me conocía todo el territorio como la palma de mi mano, había ayudado a otros graduados de la capital que llegaron y dirigía en ese instante el departamento informativo de la emisora. Recuerdos todos lindos de esa época, trabajos que me dieron la evaluación más alta como periodista y reconocimiento a todos los niveles de mi trabajo”.
¿Cómo llega Mery Delgado al periodismo cultural?
Al periodismo cultural llego en 1989 embarazada y con un necesario cambio a mi vida laboral por la lejanía. En ese momento me entero que en CMBF, Radio Musical Nacional había una plaza, pero de Jefe de Información. No me atraía dirigir, siempre me gustó más buscar la noticia o redactar para los noticieros, el hecho vivo y sus protagonistas.
Llegaba así a otro medio completamente diferente, una emisora cultural, que exige del periodista un alto nivel cultural y por supuesto un ejercicio del periodismo más calificado a ese mismo nivel. Me encontré con un sistema de trabajo muy difícil. Solo tres periodistas que ellos mismos hacían sus noticieros, no había teletipos ni nada que sirviera de fuente de información, una máquina de escribir en una oficina donde se hacían los pagos, y otras cosas más. Una dependencia económica de Radio Progreso, que no daba mucha libertad para crear nuevas plazas de periodistas.
De ese primer año saqué muchas enseñanzas y puse en práctica ideas que traía de mi formación anterior.
Después con los años, me di cuenta que debía especializarme y convocar a los demás colegas a especializarse en una manifestación. Comencé por la música y así pasé casi por todas hasta enamorarme totalmente de las artes escénicas. Hice el tránsito de lo analógico a lo digital en el cambio de edificio.
¡Qué maravilla! Gracias a un director como Luis López, CMBF se digitalizó más rápido que otras emisoras. Todo cambió nuevamente pero ya sumaba saberes, cursos de postgrados, y conocimiento de la información cultural. Debía agregar las nuevas herramientas y para ello estaba el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Con el tiempo llegaron jóvenes graduados que se pegaron con toda su sabiduría digital y nos alumbraron el camino hacia las redes sociales, Internet y todo ese mundo desconocido que aún hoy aprendo a desentrañar.
Después de tantos años ¿Han variado tus compromisos con la emisora?
Los “CMBFianos” (así llama la periodista a los asiduos oyentes de la emisora) son un público muy selecto. No es mayoritario junto a la audiencia de otras emisoras más populares, pero sí le puedo asegurar que es muy fiel, leal a su programación, exigente y diversa. Te puedes encontrar desde un médico hasta un chofer o una ama de casa que viven pegados a nuestra señal. Yo diría más, es un público muy especial, con un sentido de pertenencia como el de nosotros sus creadores.
¿Qué importancia le concede al oyente al redactar una noticia?
Toda la importancia, siempre pienso en ellos. ¿Qué les puede interesar del acontecimiento? Es mi primera pregunta al comenzar a hacer mi trabajo. Al escoger el género con el que voy a trabajar, su lenguaje sin grandes tecnicismos, pero sin menospreciar sus conocimientos. Están presentes siempre. Hasta cuando voy al teatro, me siento como espectadora. Es total su presencia.
La pandemia que vivimos hace más de año disminuyó la vida cultural cotidiana. ¿Cómo ha podido enfrentar esta etapa para generar noticias?
Es cierto que la pandemia nos ha llevado a cambiar las rutinas laborales. Desde que empezó, fui contratada para teletrabajo, algo que a mi manera ya hacía pero que ahora tomaba este nombre. Eso me hizo mudarme de la calle a la casa.
Aprovechar al máximo Internet y todas sus herramientas, las redes sociales y las fuentes de información que en este tiempo se hicieron virtuales. Las entrevistas por WhatsApp me permitieron descubrir otras maneras de buscar la información, y fue lindo, porque en esa misma medida mi horizonte digital ha ido creciendo.
Tuve que permutar de manifestación, pues las artes escénicas en general pararon, y empezar a cubrir la música y sus hacedores, algo que no hacía desde hace mucho tiempo. Creé junto a otra colega un canal en Telegram para tributar audiencias a CMBF. Esa ha sido mi salvación en tiempos de pandemia. Sentirme útil creando, generando ideas para ganar suscriptores, buscando estrategias de desarrollo en una red completamente nueva para nosotras.
He trabajado y así lo siento, mucho más en este tiempo de pandemia, pero he sufrido mucho menos los estragos de la COVID-19, por lo menos espiritualmente. El confinamiento me llevó a la creación en gran escala, y eso tengo que agradecerlo.
Mery Delgado pertenece a una generación que introducirse en las redes sociales constituye un reto, sin embargo, ha logrado dominar la tecnología. Sus contenidos podemos verlos en el blog https://universoculturalcubano.wordpress.com/ creado desde el 2009, donde la periodista cultural publica sus trabajos permitiendo su perdurabilidad en el tiempo, mientras que en la página de Facebook https://www.facebook.com/UniversoCubano deja ver los trabajos del blog y otros que responden al universo cultural cubano.
Mención aparte merece el canal en Telegram https://t.me/radiocmbf fundado el 25 de abril del 2020, fecha de aniversario de la emisora. Con el nombre de CMBFIANOS han logrado formar un equipo integral que se encarga de actualizar las secciones Lo nuestro, dedicada a los jazzistas cubanos; Desempolvar con entrevistas y chat de voz que generan contenidos continuamente para satisfacer los intereses de sus suscriptores.
“Como en un laboratorio, comenta la periodista, la experimentación nos lleva a la eficacia y así entre todos vamos creando las pautas de esta nueva herramienta cultural”.
Más en Telegram
Por otra parte, los seguidores de la planta radial tienen la suerte de contar con otro canal de Telegram: CMBF Radio Musical Nacional, administrado por la emisora de igual nombre, el cual mantiene informado al internauta de lo que acontecerá en la programación de la emisora, además de compartir los acontecimientos culturales.
¿Qué es lo qué más agradece al medio radial?
Agradezco al medio radial todo lo que me aportó como crecimiento profesional y humano. La radio me llevó a los retos, a los cambios bruscos, al conocimiento de las audiencias, al entendimiento con las nuevas tecnologías, su grandeza como medio de comunicación que he defendido desde mi humilde tribuna en todos los congresos de la UPEC y en cuanto foro he participado.
El diálogo vivo con maestros como Ángel Vázquez Millares, Juan Piñera, Maruja Sánchez Cabrera, Laura Inclán Narbona y Lázara Castellanos entre otros. Recuerdos son muchos, casi todos relacionados a mi trabajo como reportera. Personas, acontecimientos, lugares, relaciones interpersonales que nunca hubiera conocido de ser otra cosa. Desde los carboneros de Güira de Melena, los pescadores de Guanímar, en Alquízar, los Festivales Nacionales de Teatro, su gente que adoro tanto hasta el encuentro con grandes de la música como Claudio Abaddo, Daniel Baremboin, Gustavo Dudamel, de la escena Victoria Abril y así la lista sería interminable, muchos afectos que hacen grande nuestro trabajo.
¿Qué consejo puede darles a los jóvenes periodistas culturales de la radio?
Yo les recomendaría apertrecharse de un conocimiento cultural que no te lo da la academia, sino tu propio esfuerzo en lograr ese background que te permita abarcar el gran paisaje cultural de la Isla y fuera de ella. La pericia en el oficio de la radio, su lenguaje, técnicas, todo lo que conforme una mayor independencia para el trabajo individual. Beber de los maestros con humildad y reconocimiento a sus saberes. Y dominar las nuevas tecnologías y su continuo desarrollo. Laradio no te permite dormirse en los laureles, pasa factura muy rápido.
¿La radio cubana vive ya los primeros días de sus cien años, a su juicio, necesita algo para renovarse y parecerse más a estos tiempos?
Decía el escritor Milan Kundera: Los periódicos tienen […] una circunstancia atenuante, no hacen ruido, se les puede tirar a la basura. La radio nos persigue en los cafés, en los restaurantes, en los trenes e incluso cuando visitas gente, que ya no sabe vivir sin una constante alimentación a sus oídos.
Yo digo que mientras la radio sea así, mientras sus agendas públicas se parezcan más y respondan a los intereses de sus audiencias, nunca morirá.
Necesita cambios, por supuesto, muchos cambios que no tienen que ver con la tecnología solamente, sino con las personas que la dirigen, sus capacidades, métodos de dirección, empatía con el personal más calificado y especializado, un perfil que tienen algunas emisoras del país como la nuestra.
La radio puede llegar a donde ningún otro medio y esa fortaleza hay que aprovecharla todo el tiempo para que no pierda su protagonismo. En momentos difíciles del país ha demostrado su valía, pues hay que darle todo lo necesario para que mantenga su hidalguía y la jerarquía en los medios.