12 de noviembre de 2024

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Instituto de Información y Comunicación Social

Ni chicos ni corticos

Acerca de la experiencia creativa de los adolescentes del proyecto Escaramujo en la TV cubana
proyecto Escaramujo

Proyecto Escaramujo

Grandes de alma, corazón y acción son los adolescentes miembros del proyecto Escaramujo, que durante aproximadamente seis meses trabajaron en la realización del programa televisivo Chicos y Corticos.

En la propuesta, que salió al aire en el verano de 2016 en el Canal Habana, los actores del proceso demostraron su grandeza, tanto delante como detrás de las cámaras.

A partir de un acuerdo entre el proyecto y la dirección del canal se comenzaron a gestar las primeras ideas de lo que resultaría un espacio hecho en su mayoría por adolescentes, desde su sentir y desde sus realidades cotidianas.

El grupo decidió el tipo de programa, basado en los intereses y preocupaciones de los adolescentes cubanos; también fueron decisión colectiva los temas a tratar y la manera de hacerlo desde la producción alternativa de audiovisuales que constituyeron la columna vertebral de cada una de las emisiones.

Al aire los martes, a las 6:15 pm y con una duración de 27 minutos, Chicos y Corticos abordó asuntos como: medio ambiente, vejez, miedos, adicciones.

Cada uno de los tópicos se desarrolló con dos conductores en el estudio, un grupo de audiovisuales realizados en la calle por los adolescentes, una sección de entrevista a alguno de los protagonistas de esos cortos, un espacio para entrevistar a alguna personalidad y la sección de dibujo, donde un chico en la calle pintara sobre el tema tratado.

También se colocaban audiovisuales realizados por otros muchachos en el país y las acostumbradas fotos en los programas infantiles cubanos; todas esas fueron secciones de la propuesta televisiva que contó con una presentación animada y dinamismo en la manera de tratar cada tópico, sobre todo pensando en el público meta.

Numerosos fueron los retos a enfrentar por los adolescentes, pues ninguno de ellos tenía formación en actuación, ni en locución, aunque llevaban aproximadamente seis meses en un taller de comunicación en el proyecto Escaramujo.

Para David y Daniel, dos de los integrantes del grupo, lo más difícil fue aprenderse lo que querían decir para no equivocarse delante de las cámaras debido al nerviosismo. Sin embargo, para Ilé, presentadora de todas las emisiones, lo más complejo fue intentar superar las expectativas del equipo del Canal Habana.

El diálogo con un equipo de trabajo, acostumbrado a las lógicas productivas de la televisión, devino una de las tareas más difíciles. A pesar de la concientización, por parte de los coordinadores del proyecto, de la  importancia de lograr un programa con toda la calidad requerida, no se podía renunciar a las esencias de Escaramujo, que prioriza el proceso y los aprendizajes por encima del resultado final.

Para Carlos Gallardo Toirac, coordinador del programa por parte de Escaramujo, una de las principales deudas consistió en dar a los chicos más protagonismo, sobre todo en la grabación en el estudio.

“No desarrollaron los roles del estudio, excepto la conducción, pero con un guion ya preestablecido por adultos. Ni los muchachos ni los coordinadores participamos en el proceso de edición y además no hubo posibilidad de ver el producto terminado antes de salir al aire”, comentó a esta publicación.

El programa fue, a juicio de los coordinadores, una aproximación a un proceso participativo en la producción de programas televisivos con y para niños y adolescentes.

La realización del programa dejó grandes saldos para todas las personas implicadas, sobresale que todos los adolescentes se integraron y trabajaron en el proceso, crearon y salieron en pantalla.

Para Gallardo la principal satisfacción llegó cuando los propios chicos se vieron en la pequeña pantalla y luego llegaron al taller contando la experiencia, además de la alegría de los familiares y amigos al verlos.

Por su parte, David, Daniel e Ilé coinciden en que esa fue una oportunidad buena y nueva que aprovecharon al máximo. Para ellos la mayor satisfacción fue el momento de verse en la televisión.

Enfrentaron muchos miedos y retos, quedaron insatisfacciones y cosas por hacer, pero se percibió que lo logrado se hizo con mucho amor y deseos de dar plena voz a adolescentes que, indudablemente, tienen mucho para contar a través de la televisión cubana.

Nota: Escaramujo es un proyecto de educomunicación popular que trabaja desde las herramientas de la comunicación con niñas, niños y adolescentes de Cuba. Centró durante varios años su accionar con los adolescentes en vulnerabilidad social, pero ha comenzado a diversificar sus ámbitos de actuación.

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