“No perder la memoria”
Contaminaciones estéticas, tecnologías y nuevas experiencias-sujeto han transformado el mundo del audiovisual, en el que descuellan notables técnicos, guionistas, realizadores, entre otros artistas de diferentes especialidades, sin los cuales sería imposible contar cómo hemos llegado hasta el actual momento en la comunicación mediática en nuestro país.
Para la doctora en Ciencias Filosóficas Norma Gálvez Periut, profesora titular consultante de la Academia de las Artes en Cuba, la editorial En Vivo, del Instituto Cubano de Radio y Televisión, “está llamada a desempeñar un papel muy importante en la memoria de ambos medios.
“Podría ser el recuento de cómo evolucionaron sus protagonistas, los actuales y los que ya no están. La mayoría de esos primeros artistas fundaron canales, televisoras, estaciones de radio o compartieron el quehacer creativo ante cámaras y micrófonos, incluso desde el anonimato, sería fabuloso que sus coetáneos pudieran hablar de ellos para dejar constancia de momentos importantes de la cultura cubana.
“Muchos se formaron en el fragor del quehacer, han tenido una carrera exitosa, todo ese caudal se perdería si no se logra rescatar y publicar.”
A la académica le satisface el ejercicio de la docencia en universidades de varios países, la participación en eventos científicos, foros, festivales, encuentros sobre música, entre otras manifestaciones culturales; en especial, el desempeño como articulista en la revista En Vivo y editora de libros.
“Cuando hice las entrevistas para escribir con Luis Lacosta el volumen La verdad de lo invisible, me impresionó profundamente lo que habían acumulado durante años y la posibilidad de transmitirlo, nombres imprescindibles, Jesús Cabrera, Jáuregui, José Ramón Artigas, Ferguson, Cristy Domínguez y tantos otros, pues la lista sería interminable. Creo que lo importante es no perder la memoria.
“De la técnica, de su evolución, se escribe, existen parámetros, pero del hecho artístico, de cómo se trabajaron determinados elementos no existen apenas testimonios. Publicar materiales de este tipo es de vital importancia en la formación de los futuros egresados de la Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual, de Dramaturgia, Teatrología, Diseño Escénico, Comunicación Social, Periodismo e Historia del Arte.
“En Vivo es, quizás, una de las editoriales que podría tener el mayor colchón editorial y con él hacer un gran servicio a la cultura cubana”.
Entre sus remembranzas latentes, la doctora Gálvez destaca la labor de Pedro Miguel Amézaga, primer director de En Vivo y el libro Cuatro grandes de la Radio, que incluyó ensayos de su autoría y de otras autoras, sobre Joaquín Cuartas, Alberto Luberta, Renaldo Infante y Eduardo Rosillo.
“Cada uno en su estilo, con más de cuarenta o cincuenta años en el medio, son figuras imprescindibles para la historia y la cultura cubanas. Sobre Rosillo existía un libro muy bueno escrito por Ivón Peñalver, fue publicado en el exterior, creo que En Vivo debería reeditarlo. En Cuatro grandes… traté no repetir determinados aspectos o al menos decirlo de otra forma, pues era una historia de vida.
“Con esa vivencia aprendimos mucho, desde entonces disfruto más la radio, sobre este medio falta tanto por decir e investigar. De los cuatro hay dos ausencias físicas, al menos quedó algo de sus memorias.
“Ellos descubren la pasión desde una creatividad impresionante, nos entretenían y educaban, dieron todo por la satisfacción de hacer algo que les gustaba.
“Compartí esta labor con dos muchachas muy jóvenes a quienes les fascinó la radio y desde ese prisma aportaron a la historia escrita. El mejor aporte sería lograr el acercamiento al medio de los más jóvenes, que investiguen y protejan su memoria para hacerlo mejor cada día”.
¿Proyectos en ciernes?, indago.
“El de Mujeres en la Radio es un sueño por realizar. Las profesoras Daimé Bosch y Xiomara Rojas hicieron un serio trabajo de investigación sobre una historia de vida de la directora Caridad Martínez, la publicamos en la Red Mujeres en el Arte en la revista Pensamiento americano de una universidad colombiana.
“Soy muy persistente, espero más temprano que tarde realizar el proyecto. Cuento con un grupo de profesoras jóvenes para materializarlo. Pero, ¿cómo plantearlo ahora si el libro sobre Dirección de Arte de Luis Lacosta y el último volumen de Pedro Pérez duermen hace casi tres años a la espera de ver la luz después de haber sido revisados y estar listos para que sean impresos.
“Sigo investigando sobre mujeres. Logramos publicar con el proyecto HILA, promovido por la doctora Noemí González desde la universidad Simón Bolívar, en Barranquilla, Colombia, un monográfico que permite visibilizar el legado de las mujeres artistas y otro texto sobre música editado con el sello de la Universidad de Zacatecas, en el cual colaboro junto a la profesora Grizell Hernández y nueves mujeres de diferentes nacionalidades.
“Disfruto la escritura y leer mucho más. Me ha fascinado el mundo de la edición, el cual exige concentración, aprendizaje, mantener la actualización sobre redacción y reglas ortográficas. Ese entrenamiento viene de ser tutora de trabajos de curso, diploma, maestrías y doctorados, en los que una se responsabiliza con el contenido.
“También me encanta traducir, lo hago para no perder el dominio de los idiomas francés y ruso. Me siento como una transmisora de valía, cuando envejezca más y ya no pueda manejar o coger un ómnibus, ese será mi destino, aunque sea por el amor al arte”.