Normando Hernández y Orlando Blanco: leales a la radio

La entrega de la condición Artista de Mérito expresa el reconocimiento del Instituto Cubano de Radio y Televisión hacia aquellos que, de forma sobresaliente, han aportado innovación, calidad y una manera propia de expresar la cultura a los medios de comunicación. En el Memorial José Martí tuvo lugar el acto de otorgamiento que se hará extensivo a las provincias y los territorios, pues los 27 artistas merecedores de este galardón ejercen su arte por Cuba.

Honrar de esta forma a maestros de la comunicación nos ofrece la oportunidad de escuchar a radialistas que, como Normando Hernández Castro, no renuncian al micrófono a pesar de haberse jubilado. Amante de los deportes, Normando se inició en la radio base de su Instituto siendo estudiante universitario. En 1968 ya narraba pelota en la CMHW y a finales del 70, integra la plantilla oficial de esa casa radial. Sin olvidar su participación en las Olimpiadas de Moscú, Sídney, Atlanta y otros eventos de significación regional y nacional, el periodista continúa abordando temas deportivos en los espacios Aquí se habla de todo y la revista Despertar en familia, transmitidos por la radioemisora donde encauzó su vocación.

Al indagar en su opinión acerca del periodismo deportivo cubano, Hernández Castro reconoce la alta calidad de los comentaristas que ha tenido la especialidad en distintas etapas e insiste en cuanto crece la exigencia de los aficionados y del público al demandar de los medios el auténtico reflejo de la realidad y sus necesidades. Defendiendo el interés de servir al pueblo, el veterano comunicador propone eludir los caprichos de los programadores que retiran del aire espacios de aceptación, por el afán de probar nuevas fórmulas que no siempre funcionan.

Acerca de la entrada de nuestro país a la profesionalización del deporte, el Artista de Mérito expresó: “Hoy la profesionalización del deporte está generalizada, sus rankings son tomados en cuenta en primer lugar y aunque tiene un fuerte carácter comercial, contribuye a descartar al deportista que no rinde, desechando cualquier otra consideración”.

Frente a este ámbito de mercantilización en el que Cuba se inserta, Normando sugiere reconocer y estimular económicamente en mayor medida a los atletas, haciendo lo posible por retener a nuestros talentos y recuperar el nivel competitivo de otros tiempos. Orgulloso de Villa Clara, el veterano radialista realza los logros de esta provincia en varias disciplinas deportivas, aunque reconoce las afectaciones que enfrenta en el 2022.

Presidente de la Comisión de Evaluación de los Narradores Deportivos en el centro del país, Normando Hernández ha contribuido a la habilitación de nuevos profesionales, aportando sus destrezas profesionales a esferas como las FAR y el MININT, eventos meteorológicos y visitas de primer nivel. Fogueado en televisión, pero fiel a la radio, considera la condición Artista de Mérito como un reconocimiento a los resultados de tantas coberturas y una vida dedicada a la información deportiva.

Otra personalidad que este 31 de mayo recibió la condición Artista de Mérito es Orlando Blanco García, quien desde el espacio territorial CMDQ, Radio Llanura de Colón, en Colón, Matanzas, dirige distintos espacios para satisfacer las necesidades de los pobladores, los cuales establecen un contacto directo con la emisora para verter sus opiniones sobre los espacios trasmitidos, mediante llamadas, dejando notas, de forma presencial o utilizando las redes sociales.

 En 1993 el realizador, que desde pequeño escuchaba mucho radio junto a su familia, se apasionó con la onda corta y aprendió los rudimentos de este medio en la emisora local, espacio donde halló un equipo de profesionales muy entrenado, dispuesto a enseñar. Más tarde cursa estudios en la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual, adscripta a la Universidad de las Artes. Al graduarse realiza una experiencia de un año en Radio Habana Cuba hasta retornar a Radio Llanura de Colón, donde aprendió a grabar, musicalizar, escribir y dirigir, habilidades necesarias para dinamizar y hacer más productivo, el medio de alcance local.

Acerca de los géneros que atraen su interés profesional como director y guionista, Blanco García menciona los musicales, culturales e informativos. De los programas más escuchados de su emisora señala la Revista Matutina Buenos Días, Llanura y el espacio musical De aquellos Tiempos.

El director lidera la revista cultural Encuentros y el programa musical que también escribe Isla de Música, con el cual obtuvo Gran Premio Caracol. El concepto que respalda esta propuesta se basa en que cada persona es una isla, y de la misma forma que las olas conectan a las islas, la música nos conecta.

Este realizador se propone defender las buenas expresiones musicales, sin prejuicios de época ni género, aunque se resiste a la pérdida de valores en cuanto a melodía y letra, reconociendo que el gusto de los oyentes no puede ser ignorado.

Al cuestionar la actualización de Radio Llanura de Colón con respecto a las nuevas tecnologías, Orlando Blanco García afirma: “Ha sido una directiva de la radio cubana digitalizar las emisoras del país. En estos momentos, si no cambias tus rutinas productivas te quedas rezagado”.

“La radio que hacemos en el año 2022 nos obliga a mutar, pues todos los días hay algo nuevo en términos tecnológicos. Radio Llanura de Colón tiene una página web, sonido online y personalmente tengo interés en el podcast, tema de mi Maestría en la FAMCA. Contamos con un equipamiento técnico deficitario, pero continuamos defendiendo la radio territorial”, señaló este profesional.

El artista enfatiza en la carencia de la crítica cultural acerca del medio radiofónico y la manera en que la ausencia de valoraciones y reconocimientos de la obra influye en la migración de sus profesionales hacia la televisión y el cine. Su lealtad hacia la radio se ve recompensada con la entrega de la condición Artista de Mérito en un mundo donde según él, la lealtad no es tendencia.

Conversar con los radialistas Normando Hernández y Orlando Blanco, profesionales de diferentes especialidades y generaciones, pero con la misma pasión por el éter, nos recuerda el verdadero sentido del trabajo y de los premios: servir al pueblo, enriquecer el nivel cultural de la sociedad y hacernos mejores personas.