26 de diciembre de 2025

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Editorial envivo del ICS

Palabras, palabras, palabras

Los medios de comunicación cuando tratan temas de salud mental deben usar algunas claves para la redacción o la expresión.
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Los medios de comunicación cuando tratan temas de salud mental deben usar algunas claves para la redacción o la expresión.

Para referirnos a las personas que tienen alguna condición de salud, debemos usar la expresión persona con problemas de salud mental o persona con trastorno mental, pues estas formas son preferibles a enfermo o enferma mental, que denominan al individuo por una sola de sus características, y a otras, aún más peyorativas, como loco o perturbado.

Asimismo, más allá de los significados recogidos en los diccionarios, se desaconseja sustantivar el nombre de la enfermedad para designar a la persona: esquizofrénico, depresivo, anoréxico, psicótico u otro nombre cualquiera, del mismo modo que no es frecuente hablar de un sidoso o un canceroso para referirnos a quienes tienen estas enfermedades.

Para referirnos a las instalaciones debe usarse centro de salud mental, centro de día, centro de rehabilitación y otras expresiones similares que son mejores que manicomio. Como en otros centros sanitarios, quienes necesitan tratamiento de salud mental ingresan no son recluidos o encerrados en ellos.

La denominación trastorno mental se utiliza para referirse a una serie de problemas de salud que no suponen ni tienen por qué estar asociados con una discapacidad intelectual. La esquizofrenia, el trastorno bipolar, la depresión o la ansiedad, entre otros, son problemas de salud mental, mientras que el daño cerebral adquirido, el autismo, el síndrome de Down o la epilepsia no lo son.

Debe cuidarse también en los medios el uso metafórico de la terminología del campo de la salud mental para describir situaciones, personas o cosas que nada tienen que ver con los problemas de este tipo. Por ejemplo, para referirnos a una situación caótica, irracional o contradictoria no debemos usar el adjetivo esquizofrénico, porque los colectivos que representan a las personas con trastornos mentales lo consideran inapropiado, peyorativo y perjudicial para su imagen.

El verbo contrarrestar se escribe con dos erres y significa hacer frente y oposición a algo, paliar o neutralizar el efecto de algo y volver la pelota desde la parte del saque. En este verbo, que deriva del latín contra y restare es preciso duplicar la erre que se encuentra entre vocales para que mantenga su sonido fuerte.

El verbo depender requiere un complemento encabezado por la preposición de, por lo que la expresión adecuada es depende de a quién preguntes y no depende a quién preguntes. Como indican tanto el Diccionario panhispánico de dudas como la Gramática académica, el verbo depender se construye con un complemento introducido por la preposición de.

Otro verbo que a veces aparece con la preposición incorrecta es rebelarse. Debe introducirse con la preposición contra, no con a, aquello que uno se niega a obedecer o ante lo que se subleva. Pueden aceptarse también la preposición ante o la locución prepositiva frente a. Recordemos que rebelarse con be significa oponer resistencia o sublevarse.

Hablar y escribir correctamente es respetar y respetarnos.

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