Pasión por los sintagmas

sintagmas
Los sintagmas son unidades mínimas de función con los que opera la lengua. Hoy me voy a referir a algunos sintagmas nominales que se construyen de manera incorrecta y que escuchamos o leemos frecuentemente.
Maple es, en inglés, el nombre del árbol emblemático de Canadá. En español sería el arce. Este árbol produce un endulzante con alto grado de pureza y muchas veces, se comete el error de traducir jarabe de maple, cuando en realidad debíamos decir o escribir sirope de maple.
El jarabe es una bebida que se hace cociendo azúcar en agua hasta que se espesa, añadiéndole jugos refrescantes o sustancias medicinales. El sirope es un líquido espeso azucarado que se emplea en repostería y para elaborar refrescos. Para nosotros el jarabe es siempre medicinal, el sirope no.
Otro sintagma nominal muy usado es planes futuros. Si analizamos con detenimiento las acepciones del sustantivo plan tendremos: intención o proyecto; modelo sistemático de una actuación pública o privada, que se elabora anticipadamente para dirigirla y encauzarla; escrito en que sumariamente se precisan los detalles para realizar una obra. Como apreciamos dentro de la palabra plan está ya la idea de futuro, o sea, algo que aún no hemos realizado. Un plan es un proyecto que puede realizarse más o menos cercano al presente, pero siempre hacia el futuro. Por supuesto, podemos referirnos a planes cumplidos o no de nuestro pasado, pero no debemos utilizar el adjetivo futuros porque esto sería redundante.
Las únicas acepciones de la palabra plan no son estas, tiene otras en ingeniería y en marinería, además de expresiones como: a todo plan que es una locución adverbial coloquial que significa a lo grande y otra locución verbal también coloquial: no ser plan algo que significa no ser conveniente, adecuado o satisfactorio.
Quiero referirme también al sintagma nominal: cita previa. El sustantivo cita puede definirse como: señalamiento, asignación de día, hora y lugar para verse y hablarse dos o más personas; reunión o encuentro entre dos o más personas, previamente acordado. Por esto, es correcto decir o escribir que el médico me ha dado cita para el próximo mes o que los jóvenes trabajaron mucho en su primera cita. Podemos hablar también de la cita a ciegas que es la que se concierta entre dos personas que no se conocen. Como podemos comprobar sería redundante usar el adjetivo previa para referirnos a una cita, porque esta siempre es acordada previamente.
Por último, quiero tratar el sintagma dicha buena. El sustantivo dicha significa: felicidad o suerte feliz y las locuciones adverbiales a, o por, dicha significan: por suerte, por ventura o por casualidad.
Si dicha es sinónimo de felicidad y de suerte feliz siempre es buena, por lo tanto, ese adjetivo es redundante. La suerte puede ser buena o mala, pero la dicha siempre es buena.
El español es muy rico y lo haremos más rico aún si lo usamos correctamente.