¿Placeres infinitos?
En el panorama contemporáneo prevalece la familiaridad con el mundo digital y las diversas prácticas sociales que propician la comprensión de lectores y textos lingüísticos o icónicos en dinámica relación. Ambos incorporan saberes e informaciones, son capaces de transmitirlos en generaciones, pues el acto de leer deja de ser una acción para convertirse en praxis del acontecer cultural, deviene configuración, conciencia, entendimiento y capacidad para ampliar el universo cognoscitivo.
La TV cubana, sus creadores y directivos afrontan múltiples desafíos debido a las estresantes condiciones que impone la pandemia en el mundo, urge continuar sensibilizando a los públicos con obras monumentales de las narrativas nacional e internacional y los crecientes aportes de jóvenes literatos, ensayistas, poetas, cuentistas.
El retorno del programa Escriba y Lea (Canal Educativo, miércoles, 9:00 p.m.) activa la participación de los televidentes y los actualiza desde la visión de expertos en varias disciplinas. Beneficia a todos la oportunidad de ver, escuchar, atender al panel integrado por profesores inmersos en interrogantes e indagaciones de amplio interés. Considerar la inteligencia y la sagacidad de los públicos para que estos tengan una mayor incidencia sobre la producción de los mensajes es una prioridad del referido espacio.
Si ya no se escribe ni se lee como antes, tampoco se ve ni se presenta como antes. La visualidad electrónica forma parte de la dimensión cultural, esta es entorno tecnológico e imaginario. En consecuencia, el medio televisual debe mantenerse atento a los nuevos lenguajes y escrituras audiovisuales que conforman la fragmentada vida urbana. Los contenidos de textos y la valía autoral de ningún modo deben circunscribirse a espacios concebidos estrictamente para la promoción de la lectura, aprovechar las conexiones con los nuevos medios contribuye a la socialización de investigaciones y pensamientos de quienes se destacan en múltiples disciplinas.
El proceso formativo del lector crítico trasciende la relación con el texto literario, dada la diversidad de textos que circulan en las prácticas académicas y las lecturas plurales al establecer acercamientos cognitivos desde la filosofía, la historia, la sociología y las obras literarias. Debemos aprovechar los placeres infinitos provocados por las relaciones intertextuales que establecen los medios de comunicación audiovisuales.
Por ejemplo, los programas Entre libros (Cubavisión, sábado, 5:15 p.m.) y Para leer mañana (CE, sábado, 6:30 p.m.) visibilizan autores y estéticas creativas de diversa índole. Estos empeños patentizan el valor de la TV como una de las mediaciones históricas más expresivas del panorama contemporáneo, en el que confluyen hibridaciones de géneros y formas enunciativas. De ningún modo lo olvidemos, la TV reafirma la dimensión antropológica de la cultura, esta es un ente híbrido, heterogéneo, en ella confluyen repertorios populares, cultos y masivos. Como decía el poeta Eliseo Diego, el érase una vez de los cuentos abre el telón hacia mundos desconocidos.
Padres y maestros deben incentivar en los de menos edad la travesía por el texto reconstruyendo las voces que lo contienen. Durante la existencia todo se aprende mediante un proceso de crecimiento, este comienza en el hogar, continúa en la escuela, en la sociedad, en el mismo influyen constantemente las multipantallas diseminadas por doquier, que no siempre integran lo cultural, lo educativo, por esto son esenciales la lectura crítica y los razonamientos activos desde edades tempranas. Ojos e inteligencias abiertas amplían todos los horizontes.
