27 de julio de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Radio Cadena Agramonte, emisora de mis amores (XII)

Esta crónica forma parte de una serie radiodocumental que realicé para homenajear a la emisora donde inicié mi vida profesional

Radio Cadena Agramonte, emisora de mis amores. La primera en mi vida profesional. La que me vio nacer y crecer como locutor. Soy César Arredondo y tengo el placer de encontrarme o reencontrarme contigo atravesando el tiempo y la distancia. Te contaré de cosas pasadas en esta emisora y de mis andares en su búsqueda o de cuando la encontré y fuimos un todo único.

De cómo llegaron los locutores de otras emisoras del país

Ya les contaba de los noticieros y su calidad en Radio Cadena Agramonte, y del mejor de nosotros todos en esa época, Mario Crespo Fuentes. Abundo en el tema:

Hubo otros buenos, pero por debajo del nivel de Crespo. Oscar Duardo, el segundo importado, venía de Placetas. El primero fue Homero de Dios. Alarcón, director de la emisora, cuando viajaba en su carro hasta La Habana, lo hacía monitoreando voces. Oscar Duardo fue, además, un excelente actor, declamador e imitador. Hizo el protagónico personaje de Leonardo Moncada en la CMQ, cuando dejó de trabajar en nuestra emisora.

Sustituyó a Eduardo Egea al enfermar este y fallecer. Todo ese tiempo imitó la voz de Egea. Luego utilizó la suya. Homero de Dios Suárez, llegado de la pequeña emisora del municipio de Florida, era un lector excepcional con dicción y velocidad formidables. Empírico locutor, de elevada cultura empírica, también.

Hubo otros que trabajaron en Cadena Agramonte, pero no permanentemente, entre ellos: Agustín Herrera Pascual (Chucho) guantanamero, Erasmo Núñez, de Placetas. Otra estrella de la locución, a quien la bebida había lesionado ostensiblemente, Benito Pérez Limonte, villaclareño que llegó desde Las Tunas. Al final, venció la pelea contra el alcohol y se convirtió en lector de tabaquería, con 38 años, cuando se jubiló. Fue una persona culta y muy correcto, a quien admiré como amigo y profesional.

Otros locutores que pasaron por Radio Cadena Agramoente fueron José Yeyiye Toyo (El Moro) espirituano, de magnífica voz grave, así como un colega que había sido del elenco de la CNC, Reloj de Cuba en la capital, Eloy Ramírez Morales.

Nosotros, los que acariciamos al micrófono 44 de la RCA Víctor, en los tiempos primeros fuimos Argelio León Drago (Ciego de Ávila); Renato Morfi (Morón), el resto, todos camagüeyanos: Francisco López Escobedo, Eduardo Govín Díaz, César Arredondo Gutiérrez, Brenda Graciela Vilató, quien comenzó meses después, José Luis Cadenas y Armando Álvarez. Este último hacía esporádicos turnos, era dependiente en el bar La Norma, de República y Estrada Palma, y frecuentemente realizaba trabajos en Miami y regresaba.

Debo mencionar también a Ernesto Media Aldea, periodista y locutor que podía leer las cuartillas al revés y a tremendo ritmo. Había sido linotipista en Morón. Pasó para la estación de Santiago de Cuba, Circuito Oriental Cubano, una emisora, en cuanto a estilo y estructura, gemela de Radio Cadena Agramonte, también propiedad del mayor accionista de ambas emisoras.

Hablando de locutores, este fue el núcleo principal de nuestra emisora en los años que estábamos en Avellaneda 215 (altos). Luego se incorporaron, cuando ya había triunfado la Revolución, aunque seguía la dirección privada, Alfredo Vivar hijo (Aztequita).

Con la dirección revolucionara, se incorporaron como locutores Ortelio Hernández (repentista y locutor), Nelio Contreras, quien procedía de Radio Camagüey, Servando Hernández Yanes, de Radio Legendario, Pablo Amaro Paz (avileño, era cuadro de la CTC provincial), Nino Moncada y Ramón Morell de Oro.

César Arredondo y su esposa, Eva Álvarez, frente a la sede actual de Radio Cadena Agramonte, en Camagüey.

       Cronica Cesar Capitulo 12

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