“Tengo muchas ideas para la radio”
Al escuchar a Roberto Rodríguez Menéndez, se hace evidente su profesión de escritor, gracias a las minuciosas imágenes con que describe un té calentísimo, la frase de un entrevistado o el temblor del brazo del amigo perdido. El don de detallar ambientes y situaciones dramáticas, es una condición imprescindible de los guionistas radiales o mejor dicho, de los buenos escritores.
Poeta, narrador, dramaturgo, escritor, director y publicista de la radio cubana, Rodríguez Menéndez, además de ser autor de espacios dramatizados radiales, trabajó durante diez años en la dirección nacional de programación de la radio y tuvo la posibilidad de profundizar en el periodismo radial.
Usted ha sido un escritor muy prolífico, ¿cuál de sus radionovelas recuerda con más afecto?
El Estratega, resultó ganadora de un Premio Caracol al mejor guión histórico en el 2014; Los caminos del Moncada también ha sido radiada en varias ocasiones y la radionovela Alejo y el Tiempo, que fue retrasmitida recientemente por CMBF después de 17 años de realizada, abarcó la vida y la obra de Alejo Carpentier.
En el proceso de creación, el director Héctor Pérez Ramírez, la asesora Elizabeth Díaz Muñoz y yo como guionista, visitamos a la viuda del escritor, Lilia Esteban Hierro, para indagar sobre la vida y obra literaria del gran intelectual. Su descripción sobre el hallazgo del cuerpo inerte de Carpentier, inspiró la escena que da fin a mi ficción radial y quedé muy satisfecho con el resultado final.
Usted ha dedicado gran parte de sus guiones a los temas históricos y conozco que escribió más de mil libretos para el espacio Después que llegó Colón, pero su relación con la historia ha continuado. ¿Puede referirse a las personalidades sobre las que ha investigado?
El tema histórico siempre me ha fascinado. Escribí para la radio la vida completa de Martí, Mella, Rubén Martínez Villena, Celia Sánchez y otras figuras extraordinarias. Sobre la vida de Celia Sánchez investigué cinco años. Recopilé mucha información inédita con sus familiares y le hice llegar a Fidel el libro resultado de esa investigación, titulado Una muchacha llamada Celia, el cual según Griselda Sánchez, hermana de Celia, resultó de su interés.
¿Por qué no escribe para la televisión?
He tenido propuestas; pero la televisión no es el medio que me gusta, prefiero escribir para la radio. La radio te hace pensar, te permite ver a tu manera, lo que nunca verás y en el mundo moderno es un ejercicio tremendo.
Como creador del espacio La memoria sin prisa, de Radio Taíno, conversó con importantes figuras de la cultura cubana. ¿A cuáles recuerda particularmente?
Fueron numerosas entrevistas; pero recuerdo las de: Pablo Armando Fernández, Miguel Barnet, Carilda Oliver y Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí. A partir de una novela que escribí sobre el Cucalambé, surgió una amistad con el Indio Naborí, que estimuló durante varios meses reiterados encuentros dominicales, en la casa del poeta.
A esas citas yo acudía con mi grabadora, para realizarle entrevistas informales, pues quería meterme en otras honduras de su vida y los temas literarios. Fue tan importante esa experiencia, que escribí un libro testimonial titulado: Libro de Naborí, que resultó premiado por el Gobierno de Canarias.
Usted ha recopilado muchas de esas entrevistas, en ocho libros, dos de ellos publicados por la Editorial En Vivo, ¿puede referirse a esos dos últimos títulos?
El libro Sentir la radio (2018), recoge 15 de esas entrevistas e incluye también,15 artículos sobre distintos aspectos de la realización radial. Palabras que regresan (2019), es una visión de 35 personalidades de la cultura cubana, radio, televisión, cine y teatro, que han aportado su profesionalismo al medio radial.
¿Cuántos libros suyos han sido publicados?
Son 16, escritos en distintos géneros, de ellos: nueve se han publicado en Cuba. Poemas y cuentos de mi autoría, aparecen en diferentes revistas y antologías en Grecia, Hungría, Chile, México y Estados Unidos.
¿Cómo caracterizaría su proceso de escritura?
Escribo varios textos simultáneamente: una novela, cuentos y un nuevo libro de poemas. Al escribir literatura, algunos libros me toman varios años. Ese fue el caso de la novela publicada en Estados Unidos: Ritual de la Despedida, ubicada en Centro Habana.
Desde hace un tiempo, me encuentro en un largo proceso escribiendo Pecado de confesión, título que abarca el recuento personal de mi travesía por varios países: Italia, Hungría, España y Estados Unidos. Quisiera ver todos mis libros publicados en Cuba, pero la falta de papel y otros obstáculos lo han impedido.
¿Qué desea provocar en los lectores?
Lo más importante que espero de mis lectores, relativo a mis libros de entrevistas, es que valoren en profundidad, el rescate necesario de la memoria cultural cubana, en sus disímiles manifestaciones.
¿Piensa volver a escribir para la radio?
En cuanto me llamen. Tengo muchas ideas para la radio