26 de abril de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Tito, aquella voz cristalina

José Antonio Tenreiro Gómez, conocido comoTito Gómez, fue quien llevó al éxito la popular canción “Vereda tropical” de la autoría de Gonzalo Curiel.
José Antonio Tenreiro Gómez

José Antonio Tenreiro Gómez

Transcurría 1936 y la madrugada, frente al Pacífico, extendía su negrura sobre Acapulco. Sentado ante una mesa, un hombre, nacido en Guadalajara y que en edad anda por la treintena, sobre un papel tacha aquí y agrega allá.

Finalmente, con una sonrisa que refleja cuán satisfecho se siente, en el encabezamiento de la página escribe un título: “Vereda tropical”.

Lo que no sospecha Gonzalo Curiel es que aquella recién compuesta pieza musical alcanzaría su éxito definitivo gracias a alguien nacido en la mayor de las Antillas.

Partamos, pues, en busca de aquel cubano portentoso.

 Un compatriota como para recordar. Hijo de comerciante español, vino al mundo en la capital cubana, cuando los almanaques mostraban el año 1920. Llegó con el poco recordable nombre de José Antonio Tenreiro Gómez. Pero terminaría llamándose, para siempre, Tito Gómez.

Fue decididamente precoz. En fiestas familiares su voz infantil ya transitaba por la obra de Ernesto Lecuona o de Rodrigo Prats.

Con 17 años se presenta en La Corte Suprema del Arte, útil espacio de la CMQ Radio que actuó como detector de grandes talentos. Resulta ganador, interpretando la canción “Cuando te acuerdes de mí”, de Julio Brito.

Tras una breve incursión en el estudio de la Medicina, con diecinueve años ya lo encontramos como artista profesional, en la Orquesta Sevilla Biltmore.

El padre desaprueba el rumbo escogido por el muchacho, pero terminará siendo… ¡uno de sus fans!

En 1942 es contratado por la Orquesta Riverside, con la cual canta en Puerto Rico, Curazao, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Uruguay y Perú.

El público cubano aprende a admirarlo gracias a las transmisiones de la inolvidable RHC Cadena Azul.

Y en 1950 vino… lo que vino.

El exitazo de su vida

La ya mencionada pieza “Vereda Tropical” había tenido una triunfal trayectoria.

En México se escuchaba por doquier y las veinticuatro horas del día. Algunos ya se sentían hasta saturados, por estar escuchando siempre las mismas notas. Hasta el punto de que un periódico, en su página de clasificados, publicó este anuncio: “Se solicita, para el servicio doméstico, una empleada que NO cante Vereda Tropical”.

En el plano internacional contó con intérpretes del rango colosal de Toña la Negra y Pedro Vargas.

Tito la graba, en 1950.  Y ahora viene lo tremendo. Con absoluta transparencia espiritual, Pedro Vargas confesó que su interpretación de la pieza era inferior a la que lograba Tito.

Por eso uno puede permitirse sospechar que nuestro compatriota, en octubre del 2000, descendió a la fosa con una sonrisa triunfal en los labios.

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