Vicky Suárez: sensibilidad y dedicación a flor de piel
«Siempre respeto lo que quiere decir el guionista. Sobre esa base, pongo toda mi creatividad en función de reforzar y enriquecer su idea». Así se presenta Vicky Suárez, un nombre que es ya referencia dentro de la radio y televisión nacionales y que ha podido explorar, desde diferentes géneros, la magia de la creación. Poder conocerla más de cerca, es la intención de este acercamiento a su trabajo:
Actriz, luego directora de radio y televisión. ¿Cómo se complementan en ti cada una de las especialidades?
«También soy locutora. Desde niña comencé en la radio a actuar en programas infantiles en la CMKC Radio Revolución en Santiago de Cuba y hacer locución en revistas pioneriles. Continué así hasta la adolescencia en la que participé en programas juveniles de la propia emisora y en Tele Turquino. Fue, entonces, que comencé a mirar cada obra en la que actuaba desde una óptica más global: la dirección. Pasé un curso de esta especialidad para la radio y dirigí algunos cuentos en ese medio.
«Aquí en La Habana decidí ingresar en la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA), en la especialidad de dirección de radio, cine y televisión. Me gradué con honores. Soy Título de Oro.
«Cada especialidad me ha enseñado cosas que me sirven para las otras. Me complementan por los diferentes conocimientos que se entrelazan y tributan a convertirme en una artista con mayor preparación».
¿Cuál es tu principio creativo a la hora de encarar una obra?
«Siempre respeto lo que quiere decir el guionista con la obra. Sobre esa base, pongo toda mi creatividad en función de reforzar y enriquecer su idea. Por supuesto, también como realizadora tengo mi punto de vista, pero si la idea y el guion no son míos, considero que no debo divorciarme del objetivo de esa escritura. En varias oportunidades, en la radio, he dirigido cuentos que la idea original ha sido mía. Esto me permite crear con toda libertad desde la propia génesis de la obra».
¿Quiénes han sido tus principales inspiraciones o referentes dentro de tu proyección artística?
«Mi primer referente es mi madre. También fue actriz de radio y televisión. Una actriz muy seria ante cada trabajo, muy creativa. Es y será mi eterno ejemplo a seguir. Aquí en La Habana, específicamente en el dramático de Radio Progreso, fui hechizada por la maestra Aurora Pita, un derroche de histrionismo y magistralidad en la actuación.
«En la dirección puedo citar, en radio, al maestro Héctor Pérez Ramírez y en la televisión a la excepcional Magda González Grau. Dos grandes artistas formadores de jóvenes realizadores. Su conocimiento, tesón, disciplina, inteligencia y bondad son mi faro, mi guía».
La Onda de la alegría ha sido un escenario vital para ti. ¿Cómo alternarlo con la televisión, especialmente, con Canal Habana?
«Al principio pensé que sería muy compleja esta dualidad. ¡Pues no, la llevo muy bien! De hecho, me gusta porque me mantiene activa en ambos medios. Y también lo que en un medio aprendo, lo aplico en el otro. Ambas son experiencias geniales y reconfortantes para mí».
Dentro de Canal Habana. ¿Cómo y cuándo nace Pinipini…?
«Pinipini Brujita Maravedí fue un proyecto que nació durante la pandemia. Es una idea original de Gladys, su escritora, una idea hermosa, con mucha fantasía y siempre con un aprendizaje distinto. Es mi primer gran programa en la televisión y lo asumí con la inmensa responsabilidad que llevaba.
«En este programa tuve que switchear. ¡Por poco muero del susto! En la FAMCA había dado esta materia, pero, teóricamente, nunca lo había podido practicar. No obstante, es espectacular porque editas en caliente… Además, no tuve director de fotografía, por lo que diseñaba la fotografía. ¿Te imaginas? Todo un enorme reto para mí este proyecto.
«A esto le sumo la dirección de los titiriteros: los bien llamados dobles actores. Nunca había dirigido a estos especialistas, brillantes artistas que le dan vida a los títeres. Y para completar, dirigir la puesta en escena con tres cámaras en un espacio reducido…, no olvidar que un estudio de televisión no tiene la amplitud de un teatro. En cada programa hay movimiento escénico, lo que se vuelve más compleja esta puesta en escena. Pinipini estará siempre en mi corazón. Me llevo muchas enseñanzas y mucho amor de mis compañeros, sobre todo, de los titiriteros.
Otros proyectos que ahora mismo tengas sobre el tintero…
«Actualmente estamos inmersos en la programación de verano del Canal Habana y de Radio Progreso. Por el canal, el plato fuerte será, sin dudas, Pinipini…Pero también está otro de mis programas, Banda Sonora Infantil, los lunes a las 6:00 p.m.
«Por su parte, en Progreso estamos grabando Radiocine, un programa que lleva las películas a la radio. Todo un lujo y es este otro proyecto hermoso y complejo para mí. Radiocine sale al aire los sábados de julio y agosto al mediodía.
En cuanto a dramatizado en televisión, estoy preparando junto al colega Ariel Amador, escritor de la novela Los hijos de Pandora, un cuento que también dirigiré».
Varios son los proyectos que Vicky Suárez encarna, con la convicción de que cada uno significa un escalón más en ese interminable crecimiento personal. Aun cuando dice adiós a Pinipini y otra colega ocupa su lugar, continúa siendo el universo audiovisual para niños y niñas un extraordinario entorno donde puede develar sentimientos y emociones. Por lo pronto, en Canal Habana, la Onda de la alegría y otras andanzas televisivas se seguirá recogiendo la impronta de su sensibilidad y dedicación, a flor de piel.