Yamira Díaz: “Trabajar es mi condición natural”
Unos minutos de conversación con Yamira Díaz, convincente actriz del teatro, la radio y la televisión, quien ha dejado una agradable estela de recuerdos con personajes como Migdalia, Queta y la reciente Mercedes, esa madre cubana de estos tiempos, que entre aciertos y desaciertos en nombre del amor, dejó más de una lección de vida.
Acerca de su entrega en diferentes personajes versa este diálogo que tanto le agradezco a la actriz.
¿Cuál es su formación actoral?
Soy graduada de la Universidad de las Artes, una vez concluidos los cinco años, como casi todos los egresados, salí a trabajar en el teatro, y con el decursar de los años primero me inicié en la radio.
En ese momento era un medio que me resultaba perfecto, muy cómodo pues ya había nacido mi primer hijo, no tenía que hacer funciones nocturnas y un grupo de actores que conocía llevaban tiempo en ese medio y me hablaron de él.
En honor a la verdad no imaginé por entonces que la radio me encantara como lo hizo. Es un medio del que ya no me puedo separar, tiene un encanto que el actor se vuelve adicto a ella, porque te ofrece la posibilidad de encarar y transitar hasta en un mismo día de grabaciones de la programación dramática por varios estilos, épocas, personajes, ya que comienzas a trabajar entrada las ocho de la mañana y al mediodía has intervenido en tres o cuatro espacios dramatizados. Y esta razón te hace crecer y para bien.
Todo ello respaldado por diferentes escritores, directores; en ocasiones se trata de adaptaciones de textos clásicos o propuestas más contemporáneas, iguales de interesantes para el actor por cuánto representan un constante ejercicio de dicción e interpretación.
La radio: un gran cobijo
“Así llegue a la radio, primero asumiendo propuestas dramatizadas, y al cabo de los años me llamaron para que hiciera locución, pero de una manera diferente”, afirma Yamira Díaz.
“Se trataba del espacio Fiesta guajira en el que me mantengo todavía. Ese programa está concebido para que lo conduzcan actrices y actores, porque además de la conducción— propiamente dicha— hay momentos de interpretación, recreación de estampas, situaciones humorísticas y dramáticas”.
“La conducción en la radio es igualmente extraordinaria, aprendes a tener dominio, porque es increíble los temores que suceden en ese primer momento que te enfrentas al micrófono. Al menos en lo personal en los inicios me parecía imposible que pudiera hablarle al micrófono y pensar en el oyente, ya que en la parte dramatizada siempre tienes un actor delante; no obstante te enamoras del medio y todo comienza a salir de manera natural”, confiesa la actriz.
“Lamentablemente en este tiempo de pandemia que hemos estado sin poder trabajar, una de las cosas que más he extrañado ha sido mantenerme alejada de la radio. Es impresionante la comunicación que se establece con el oyente”.
“Eres consciente de todo lo que aportas en cada momento a ese oyente en cuanto a emociones, vivencias, reflexiones, especialmente cuando sabes que estás respaldada por un buen equipo de escritores, directores, realizadores, musicalizadores (y siempre es así)”.
“Ojalá que todos los actores pudiéramos transitar por todos los medios y nunca le faltase la oportunidad de disfrutar la radio por dentro, incluyendo la profesión de animador”, aclara.
¿La radio fue el primer paso y luego la televisión?
Exactamente a la televisión me convidan para asumir pequeños roles en teleplays, cuentos, teatros, todos unitarios, hasta que me llaman para hacer la programación infanto-juvenil y así intervine en el dramatizado Flores con Patricia, hasta que empezaron a aparecer las novelas.
Padilla fue el primer director que pensó en mí para otorgarme un personaje de peso, justamente Queta. Él confió en mí y los artistas tenemos que ser como los deportistas: cuando le dan la oportunidad hay que aprovecharla al máximo. Y resultó, el trabajo fue muy aceptado por el público, los realizadores y la crítica.
A partir de esa oportunidad no he parado más. Realmente radio y televisión son medios extraordinarios y a los que el actor le debe mucho por lo que aprende en ellos.
En todo este tránsito, ¿qué personajes le han marcado especialmente Yamira?
Han sido muchos los personajes que me han marcado. En la radio he asumido tantos, aunque ciertamente tengo predilección por el espacio de la novela cubana en Radio Progreso.
Ahí tuve la oportunidad de trabajar bajo la dirección de Caridad Martínez, una de las más importantes directoras radiales y una persona a la que le debo muchísimo. Bajo su liderazgo pude interpretar personajes muy lindos, matizados, en fin, de mucho color. En Radioarte, bajo la dirección de Loly Moreira interpreté novelas universales, y en televisión guardo muy grato recuerdo de un personaje que asumí en la primera temporada de la serie Amores y esperanzas, dirigida por Raquel González.
Raquel me llama para que interpretara el rol de Nila, una enfermera que vivía con su madre postrada y un hermano alcohólico, y a partir de ahí se establecen una serie de conflictos. Fue un personaje lindo que me marcó mucho.
Queta ya lo nombré hace un momento, es el personaje de la novela Cuando el amor no alcanza y ocupa un sitio privilegiado en mi vida, porque es el primero dentro del género en la pequeña pantalla.
Se trataba de una mujer muy carismática, muy colorida que la gente recibió de manera extraordinaria. Pasaron los años y la gente me sigue hablando de Queta. Son personajes que uno guarda para siempre.
Sabes, recién acaba de salir del aire Vuelve a mirar, la novela de Fiallo, director con quien he trabado en diversas oportunidades y a quien también le debo muchísimo. Él me convida a interpretar Mercedes, y también me enamoré de ella.
En esta profesión las cosas son un poquito complicadas, uno termina enamorándose siempre de lo último que hace y, afortunadamente, luego aparece otro a quien te entregas Es una profesión difícil pero bella y esto que te comento es un proceso que te hace feliz. Por eso, creo que a todos los personajes les debo, porque se quedan en un pedacito de ti y te siguen marcando el paso.
En tiempos difíciles como los que vivimos ¿qué proyectos tiene Yamira Díaz?
Ahora estoy ensayando con mi grupo A Teatro limpio, bajo la dirección de Hugo Alberto Vargas, y nos proponemos reponer la obra TocToc con la que tuvimos muchísimo éxito.
Justo antes de la pandemia hicimos un grupo de funciones con ella. Con este grupo llevamos unos cuantos años y hemos realizado puestas que han sido muy bien recibidas tanto por el público como la crítica.