Yulaysi Miranda Ferrer, la voz de Sonando en Cuba
El show televisivo Sonando en Cuba fue una la respuesta esperada por muchos ante reclamos e insatisfacciones por la falta de espacios que llevaran una propuesta inteligente y respetuosa a la pantalla de los hogares.
“Este programa ha sido una oportunidad que todos los cantantes estábamos esperando y tuve la dicha de que Hayla me viera trabajando en un restaurante y luego de escucharme me sugirió presentarme al concurso, a ella le agradezco la oportunidad”,
Luego de la gala final, Yulaysi Miranda Ferrer aún no logra convencerse del veredicto del jurado: “me parece mentira, cuando logre despertar de este sueño podré hacer planes, pero aún no estoy convencida de que soy la ganadora, porque las otras dos chicas son buenísimas”, comentó a esta publicación.
Sencilla, emotiva y susceptible, la joven habanera tuvo que enfrentar sus miedos ante lo exigente de Mario Rivera (Mayito), “maestro”, como ella misma califica, que tiene un poco para todos, “es dulce y a la vez quiere sacar de ti todo lo que llevas dentro”, al decir de la ganadora, que nunca fue remitida a la llamada Zona Caliente.
“Mayito nunca me dejó detenerme en lo que para mí estaba bien, siempre estuvo con una mirada muy crítica examinado exhaustivamente lo que hacía y corrigiendo mis faltas, a él le debo mi tránsito por el programa”.
En entrevista concedida a esta publicación, la nieta de Felipe Ferrer, director del legendario Septeto Habanero, confiesa sentirse sonera por las posibilidades que ese género le aporta y lo cómoda que se siente interpretándolo, no así la canción. Interpretar ese último fue un desafío que asumió con valentía y entereza.
En relación con el tema, sus reflexiones fueron: “gracias a la maestra María Elena Lazo pude hacer mucho más de lo que yo esperaba en la parte de la canción. Para lograr hacerlo con dignidad, tuve que tomar clases en las que ella me acomodó el tema “Golondrina” a mis características.
“Cada domingo tuve mucho temor, ya que mi región era bastante fuerte con grandes cantantes a los que enfrentar en una competencia legal, pero férrea, pero esos miedos me ayudaron a crecerme”.
Admiradora de Benny Moré y Celia Cruz, la diminuta Yulaysi contrapone a su pequeñez física una extraordinaria voz que irrumpió en los medios y de seguro se mantendrá en el gusto de muchos.
Su familia de músicos ha influido mucho en su formación autodidacta: “recuerdo que desde niña disfrutaba más de una fiesta de adultos, en casa, donde se unían los de la familia con instrumentos de verdad. En las fiestas de mis amiguitos siempre estuve cantando, bailando a imitando a mi madre”.
En respuesta a la interrogante relacionada con el tiempo que dedicaba a su pequeña niña, durante el programa respondió: “sólo la veía los domingos, el día que salía el programa al aire y podíamos ir a casa, ella me entiende a pesar de su corta edad y siempre estuvo bien cuidada, este premio también es de ella”.
Un Premio Cubadisco 2011 con el volumen Mi verdad es el antecedente fonográfico de esta cubana, diez temas, tres de ellos de su autoría, aparecen compendiados en el fonograma que pasea los ritmos cubanos como el son, el bolero y la salsa erótica.
Fuera del escenario Yulaysi es una excelente madre que ama su hogar, de donde no le gusta salir mucho y disfruta del cine romántico y de terror, sus géneros preferidos. Gusta de la tranquilidad y de los buenos modales, del estudio de su música: la más importante de sus pasiones, después de su pequeña.
Elementos adecuadamente tratados como la escenografía de lujo, el tratamiento a las luces y las sombras, el vestuario y la selección de temas contribuyeron a la satisfacción de los promotores del concurso y el público, que en respuesta ha acogido con satisfacción el veredicto del jurado.