La radio como impronta de vida

El nombre de Caridad Martínez es, desde hace muchos años, muy familiar para los oyentes de Radio Progreso, emisora que tiene en ella una de sus más talentosas realizadoras.

En los estudios de Infanta 105, Martínez se inició como copista de libretos, para lo cual tuvo que enfrentar la oposición de su familia, en especial de su madre, quien con el paso del tiempo comprendió que entre su hija y la radio había nacido un amor a primera vista, tal y como relata la directora.

Desde el año 1961, fecha de su entrada en Radio Progreso, hasta hoy la también destacada productora radial ha asumido una amplia diversidad de roles dentro del medio, en el que ha liderado proyectos de diferentes temáticas, géneros y estilos.

Con Caridad Martínez he tenido a lo largo de mi vida un vínculo personal, ese que se construye cuando el oyente relaciona en su memoria un espacio radial con alguna vivencia íntima y familiar.

A través de mi abuela, durante mi niñez, tuve contacto con la radio, primero que con la televisión. Los gratos recuerdos que guardo de aquella etapa están ineludiblemente marcados por la impronta de los espacios Teatro, El cuento, Novela cubana, Por nuestros campos y ciudades, Francamente y Agente especial.

Estos programas, dirigidos por la multipremiada realizadora, constituían los preferidos de mi abuela, una mujer rural, de escasos estudios académicos pero amplia sabiduría popular.

Por su fecunda carrera artística, Martínez, también profesora de la Facultad de Radio, Cine y Televisión del Instituto Superior de Arte, ha recibido muchos lauros, entre los que se destacan: la Distinción por la Cultura Nacional, el Micrófono de la Radio, el Diploma al Mérito Artístico y la medalla Alejo Carpentier, entre otros.

Su experticia en la realización de dramatizados quedó  demostrada, una vez más este año, pues el espacio Las rosas que mañana no tendrás (donde fungió como productora) fue premiado por la Caribbean Broadcasting Union (CBU) como Mejor Programa Dramático.

Caridad Martínez ha puesto en alto la historia de la radio en Cuba. Su vasta obra radial y la familia que formó el talentoso guionista Alberto Luberta, evidencian que este medio ha perfilado, con letras mayúsculas, la impronta de su vida.