Pasión por censurar

Muchas veces aseguramos con fuerza que las palabras extranjeras no cambian en plural. Esta afirmación no es absoluta. Según la Nueva gramática de la lengua española, las palabras extranjeras incorporadas al español y que terminan en consonantes distintas de n, l, r, d, j, y z forman su plural añadiendo una s al final como, por ejemplo: robots, webs, clips, airbags entre otras.
El Diccionario panhispánico de dudas también recoge estos plurales y en el caso de webs explica que será femenino si se sobrentiende el sustantivo femenino página la web y será masculino si se sobrentiende el sustantivo masculino sitio el web. En el caso de que este sustantivo aparezca en aposición, como en página web o sitio web, son posibles los plurales sitios y páginas web o sitios y páginas webs. Debemos tener en cuenta también que por ser web un sustantivo común que se ha incorporado el español, lo adecuado es escribirlo en redonda y no en cursiva y con inicial minúscula. Si vamos a traducir la palabra web se recomienda el uso del sustantivo red o del adjetivo electrónico, según proceda.
Otro aspecto importante es que los nombres propios extranjeros no necesitan ni cursiva ni comillas. Los nombres propios sean de una persona, una marca, un organismo…, ya tienen el destacado de la mayúscula y no es necesario añadir nada más. Además, en los títulos tampoco se distinguen los españoles de los extranjeros: La película Minority Report está basada en el relato titulado El informe de la minoría.
Es útil también recordar que los extranjerismos sí se escriben en cursiva. Los Diccionarios recogen términos extranjeros, pero que se escriban en cursiva indica que son palabras ajenas a la estructura morfológica y fonética del español. Además, la Academia propone adaptaciones o traducciones que considera preferibles. En el caso de la voz marketing, propone mercadotecnia y aclara que existe también la adaptación márquetin, en el caso del italianismo paparazzi propone paparazi. En los casos en los que no hay traducción ni adaptación, o sencillamente queremos emplear la forma original extranjera, lo correcto es usar la cursiva o las comillas si no disponemos de este tipo de letra.
El español cuenta con el sintagma computación en la nube y es mejor usarlo en lugar de cloud computing. Si contamos con esta alternativa no debemos usar el anglicismo.
Otro extranjerismo que también puede sustituirse por la palabra en español es nomophobia, pues tenemos nomofobia. La nomofobia es el miedo a estar sin teléfono móvil, o sea, a ser esclavos del celular. En inglés la palabra se ha formado por la fusión del adverbio no, el acortamiento mo de mobile phone, y el sustantivo phobia. En español, el término puede adaptarse sin problemas con los mismos elementos formativos: el adverbio no, la forma abreviada mo, de móvil y fobia, aversión obsesiva a alguien o a algo o temor irracional compulsivo.
Debemos siempre tener en cuenta que no podemos censurar el uso de una palabra sin conocer a fondo su significación, sus sentidos y su estructura y si se trata de una palabra de otro idioma tenemos que comprobar si ya se ha incorporado a nuestra lengua, o la usamos como extranjerismo.
El idioma nos distingue e identifica, preservarlo es nuestro deber.