A propósito del Día Mundial de la Radio

Este 13 de febrero se celebra el Día Mundial de la Radio en un convulso planeta que precisa, cada vez más, de todo cuanto favorezca la comunicación entre sus habitantes, porque el maravilloso invento que nos hiciera el italiano Guglielmo Marconi –como resultado de los diversos experimentos, invenciones y descubrimientos que lo precedieron– fue, desde su aparición, un poderoso vehículo que acortó distancias y desvaneció fronteras geográficas.

El mundo y sus hallazgos contenidos en un radiorreceptor que puso a la humanidad al tanto de lo que sucedía en su propio entorno o a miles de kilómetros, cual si se tratara de un mágico recipiente de revelaciones y saberes al servicio del crecimiento cultural y espiritual de los terrícolas, y también –necesario es decirlo– del enriquecimiento de los patrocinadores que desvirtuaron la utilidad social de tan noble medio de comunicación al transformarlo en un rentable negocio.

Así ocurría en Cuba antes del triunfo de la Revolución y de la creación del Frente Independiente de Emisoras Libres, como antecedente del Instituto Cubano Radiodifusión –actualmente Instituto Cubano de Radio y Televisión–, y como sigue sucediendo en países donde no se abren espacios a las voces y los intereses de los más desposeídos sectores de la sociedad.

Proclamado en 2011 por la Unesco y adoptado en 2012 por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, este año el Día Mundial de la Radio centra su atención en el propósito de lograr una mayor inclusión y diversidad de los radialistas y de sus mensajes, en aras de democratizar a escala planetaria los contenidos difundidos a través de las emisoras en todos los confines de la Tierra.

Nunca como hoy tal empeño representa un apremio impostergable ante los afanes hegemónicos de los monopolios y transnacionales de la radiodifusión, que intentan acallar las legítimas voces de los pueblos y socavar sus más auténticos valores culturales y morales.

La Radio Cubana, con casi un siglo de existencia y desde hace sesenta años en manos de un pueblo que se reconoce en ella y a su vez la hace posible, asume consecuentemente los elevados preceptos que animan este 2020 la celebración del Día Mundial de la Radio.