Jorge Losada: entre los actores cubanos más versátiles

Conversar con este actor nacido en el barrio de Belén es una experiencia inolvidable, pues la comicidad se le desborda hasta para contarnos su historia. Refiere con gran satisfacción que, siendo muy joven, con apenas 19 años, andaba con una muchacha que le gustaba mucho, pero un día la vio con otro hombre y le dijeron que ese era su novio.

Le dolió tanto que escribió una poesía, pero como no podía mandársela, se presentó en un programa de aficionados en Radio Mambí, después de mandarle un telegrama a ella para que lo escuchara en la emisora.

Fue al programa sin pensar que ganaría el primer lugar, este premio le permitió pasar a la siguiente fase. El productor del programa se llamaba Julio Agosto, quien lo invitó a seguir por ese camino de la actuación. Jorge volvió a ganar un premio que consistía en una lata de galletas El gozo.

Así, flechado por Cupido, comenzó su trayectoria artística el actor humorístico ahora más longevo en activo con que cuenta la televisión cubana.

En la década del ´60, el Consejo Nacional de Cultura hizo una convocatoria para crear un grupo llamado Ismaelillo y Jorge tuvo la suerte de que lo seleccionaran.

Con esta agrupación realizo la obra La manzana imprudente, donde encarnaba al gusano malo llamado Pullin, bajo la dirección de Nora Padilla. Después pasó al grupo de teatro Rita Montaner, con la directora Cuqui Ponce de León.

Destaca que aunque fue un niño y adolescente pobre, siempre sentía la necesidad de entretener a los demás y es lo que más ha disfrutado durante toda la vida.

Su madre era miembro de una iglesia de la cual era Ministra y misionera, de esta forma él obtuvo una beca para estudiar en Bachelots of Arts, en Texas. También asistió al seminario para actores hasta que matriculó en la Academia de Artes Dramáticas de La Habana, junto a actores y directores como: Felipe Santos, Ramón Ramos, Héctor Quintero y Julio Martínez Aparicio.

Hizo sus primeras actuaciones como declamador, pero su debut como actor fue en el teatro de los Yesistas, en la obra de Antón Chejov, El oso, bajo la dirección de Ignacio Gutiérrez.

De su paso por la televisión guarda muchos recuerdos. La primera vez que actuó ante las cámaras fue en La semilla escondida, dirigida por Lázaro Buría y también de la mano de esa magnífica directora que es Lolina Cuadras.

También realizó diferentes personajes en los programas Los domingos no están contados, Los abuelos se revelan, Los papaloteros, Día y Noche, La huérfanas de la Obrapía, así como en cuentos y teleplays.

No obstante incursionar con éxito en el género dramático, siempre ha estado ligado al humorismo. Un día lo llamó el director Delso Aquino para participar en el programa Pateando la lata, muy popular entre los cubanos.

Actualmente Losada aparece en A otro con ese cuento, que se transmite los domingos por Cubavisión y ha logrado captar la atención del público.

Considera que ha sido un actor versátil, pero cada personaje que representa siempre se le hace difícil, pues cada actuación y creación es distinta. Entre los muchos roles que ha interpretado, menciona dos de los más complicados pero que le proporcionaron un gran orgullo: Don Quijote de la Rampa y El Caballero de Pogolotti. Con este último obtuvo el premio de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), en 1986.

Perteneció también al Estudio Lírico de la cantante Alina Sánchez y al teatro Musical de La Habana, bajo la dirección de Héctor Quintero, en la década de los ´80. Entonces interpretó obras como Maestra vida, Pedro Navajas y El Decamerón.

En el cine comenzó con el filme cubano-soviético Soy Cuba, le siguieron varios más como No hay sábado sin sol, Maluala, Techo de vidrio, Guantanamera, Rosa la China, Patakin, Plácido (cinta de la que guarda un imborrable recuerdo del fallecido actor Jorge Villazón), Alicia en el pueblo de Maravillas, Pata negra, entre otras muchas.

Ha obtenido diferentes premios en su carrera actoral, entre los que se encuentran el Omar Valdés, premio de la agencia ACTUAR.

Actualmente es el presidente del Jurado del premio CARICATO correspondiente al Humor de la Asociación de Artes Escénicas de la Uneac. En el 2012 representó un honor para él participar con el coprotagónico junto a la Gran Primera Vedette de Cuba Rosita Fornés, en el estreno del telefilme Mejilla con mejilla, del dramaturgo Nicolás Dorr.

Valora sobre todo el apoyo de su madre, que siempre lo embulló para que siguiera ese camino de la actuación. Considera «que para alcanzar el éxito, además de haber estudiado, había que tener valores para ser un buen profesional».

Durante una entrevista con la periodista Ángela Oramas, Losada le manifestó: “no se deben perder los valores humanos, pues la condición humana es nuestro espejo… De la forma que te quieres, debes querer a los demás y, a la vez, hacerte querer, y eso tiene siempre su recompensa».