Escaso de carnes y estirado el cuerpo hasta el mismísimo cielo. Prieto, óseo y armado de guitarra, Faustino Oramas, apodado El Guayabero, recorría, en 1950 y pico, los parques y encrucijadas holguineros, como un cercanísimo trasunto de sus lejanos antecedentes, los trovadores medievales.
trova cubana
Ahora que el destino dispuso tu partida en el centro de este abril, quién pudiera decirte —como Jesús a tu místico tocayo—levántate y anda, por favor
“A mis amigos les pido vivir toda la vida que quede ante mí”, anticipó el trovador en su canto-manifiesto de 50 años atrás. Y así han de hacerlo todos para evocar a Vicente
Sara González vivió con la misma pasión con que cantó, y compuso con la misma vehemencia con que amó
Que me excusen quienes peinan canas, pero debo recordar que en 1947 Miguel Alfonso Pozo, Clavelito comienza a protagonizar un espacio en Unión Radio: El vaso de agua de Clavelito, con música campesina.