Un paseo por la historia del programa Nocturno de radio Progreso desde su creación hace 58 agostos.
Opinión
Este 16 de agosto hace 97 años que nació (1927) y 38 que murió (1986), el “cantante de tierra y de pueblo adentro” y actor que fundó una familia tradición de las artes mediáticas Ramón Veloz.
El conflicto es básico para todo, incluso para el desarrollo, que no es sino el resultado de la solución de conflictos que nos conducen a niveles superiores en la evolución.
Junio ha significado protección individual y colectiva de nuestro planeta y todas sus especies de flora y fauna doméstica y silvestre y sus espacios, y todos los géneros televisuales realizan cada vez más campañas, spots, temas, subtemas y mensajes subliminales, urgencia de sobrevivencia a cada día y noche durante todo el año.
Los audiovisuales de temática juvenil constituyen un vasto y dinámico universo de contenidos que no solo entretienen, sino que también reflejan y moldean las tendencias culturales y sociales de la juventud.
Ha sido muy feliz casualidad que en nuestra televisión estén coincidiendo dos versiones de Orgullo y Prejuicio (Jane Austen), una de las más relevantes novelas de todos los tiempos. Esto resulta una oportunidad para comparar ambas versiones de la obra, que podrían entenderse como tres obras distintas, incluyendo el original literario que data de 1813.
En la pantalla televisual se suscitan reencuentros con puestas de directores destacados, Chucho Cabrera y Abel Ponce, quienes influyeron en el conocimiento de los clásicos y en las interpretaciones creativas de desempeños actorales
Los que conocimos a Corina Mestre en algún grado de cercanía, estamos embargados por la sorpresa de su muerte. Duele no tenerla más. Siempre activa y ocupada, siempre tenía un segundo para saludar al público que se le acercaba, confrontar un criterio o preguntar por los niños que vio crecer. Fue una persona ligada a la vida de muchos.
Abril y mayo marcan el aniversario de dos programas culturales de nuestra televisión, por lo cual es preciso reflexionar en la importancia de este tipo de espacios y las necesarias valoraciones que ayuden a mejorar sus resultados.
En estás líneas se recoge, en apretada síntesis, la obra de Carlos Piñeiro, considerado uno los fundadores de la televisión cubana y uno de los más importantes directores del medio, con un admirable recorrido por el mundo teatral hecho para la pequeña pantalla.