Este texto fue escrito por el periodista Argelio Santiesban, fallecido el pasado 26 de noviembre. Hoy lo publicamos, en homenaje a él y a Eladio Secades, para exaltar a quienes fueron cultores de la crónica, ese género periodístico limítrofe con la literatura.
Argelio Santiesteban
Entrevista que cierta vez concedió una cúspide de la música cubana.
En la cienfueguera noche del 12 de febrero de 1890, se inaugura el Teatro Terry, con ópera, rapsodia de Liszt, marchas triunfales y Diego Vicente Tejera recitando su celebérrimo poema, «La hamaca».
Transcurrían los años 1950 y había salido de operaciones el Trío de la Muerte, que así llamaban a dos cantantes y un actor, figuras radiales, también famosos por haber sido los más empedernidos bromistas de que se ha tenido memoria en La Habana.
En cierto aeropuerto del oriente cubano, esperando la partida de una nave que me trasladaría hacia La Habana, reflexionaba yo en cuanto a mi disgusto –entiéndase terror—con respecto a trasladarme en aviones.
Loreta tomó el nombre Harry T. Buford y, disfrazada de hombre, peleó en el bando confederado.
José Domingo Lugo González, quien sería conocido por la versión abreviada Domingo Lugo se enseñoreó de la victrola, la radio y la TV.
El Gran Almirante, una figura presente tanto en los libros de historia como en series televisivas.