26 de abril de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Creo que tengo amor de pueblo y en abundancia

Frank Padrón es un reconocido crítico teatral y del séptimo arte. Es un hombre carismático, siempre con una sonrisa en las labios y dispuesto a transmitir sus conocimientos, lo mismo desde las páginas de la prensa escrita que desde los medios de comunicación a los que ha estado vinculado hace muchos años.

Recientemente resultó galardonado con el Premio de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro 2019, junto a sus colegas Yuris Nórido y Sahily Tabares. Hoy realizamos un pequeño acercamiento a la labor periodística de este gran comunicador cubano.

¿Cuándo y cómo se vincula a los medios, el periódico Juventud Rebelde y la Cartelera del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic)?

– Desde muy joven. Mis inicios con 18 años, en 1976, fueron en el mensuario cultural El Caimán Barbudo y en el diario Juventud Rebelde. De la Carletelera del Icaic soy fundador y uno de sus redactores en plantilla.

¿En qué otros medios ha colaborado?

– Uf, decenas: La Gaceta de Cuba, Cine Cubano, Temas, Tablas, Revolución y Cultura, otras publicaciones de música, algunas de las cuales ya ni existen.

“En la prensa escrita en periódicos como: Trabajadores y Granma. También he tenido columnas, secciones y programas completos de radio en la antigua Radio Liberación, Radio Rebelde, CMBF, Radio Cadena Habana y Radio Ciudad de La Habana.

¿De dónde nace esa inclinación e interés fundamentalmente por las artes escénicas y el cine?

–La verdad que lo ignoro. Desde niño sentí esa vocación fuerte. Sabía eso sí: que era a lo que deseaba dedicarme en la vida, a estudiar y escribir sobre eso.

El universo gastronómico también ha ocupado parte de su interés. Puede comentarnos acerca de los libros que ha escrito al respecto.

– Además de ser uno de los críticos fijos en el staff de la web Cubapaladar, he escrito dos libros al respecto: Co-cine. El discurso culinario en la pantalla grande, (Ediciones ICAIC, 2012) y El cocinero, el sommelier, el ladrón y su(s) amante(s) (Editorial Oriente, 2017), ambos premios Winners en los prestigiosos Gourmand World Cookbooks, considerados los Oscar de los libros sobre cocina, en el acápite Food literature (literatura sobre comida). En los dos volúmenes se exploran los nexos entre gastronomía y otras ramas del arte y la cultura.

¿Cuándo llega a la televisión?

– A mediados de los años noventa de manera definitiva.

¿En qué espacios ha laborado?

– Era invitado ocasional de programas musicales donde hablaba de temas relacionados con ese perfil, pero en los años noventa me solicitan atender la sección cinematográfica de la revista Buenos Días, y a fines de esa década, en la redacción cinematográfica me piden presentar un proyecto sobre cine latinaoamericano. Es ahí que surge De Nuestra América.

¿Cómo prepara el programa? ¿Además de comentarista, es guionista? ¿Cuál es el criterio de selección de las películas para ese espacio?

– Selecciono los filmes junto con la asesora. Los veo si no lo he hecho, aunque a veces lo hago más de una vez. Elijo materiales afines al espacio pues, como sabes, es toda una revista (corto, entrevista, música…). Procuro que todo tenga una coherencia, por ejemplo, que sean audiovisuales del mismo país.

“El criterio de selección se nutre de lo mejor y más representativo de lo que se produce en América Latina, aunque también, de vez en cuando, se coloca algún filme de décadas anteriores.

“Escribo el guion que incluye el comentario del filme y luego grabo todo eso una vez cada 15 días, a razón de dos programas por llamado”.

¿Ha recibido algún criterio desfavorable de su trabajo?

–Sí. No todos son elogios. Algunas personas se portan de modo hasta grosero o desagradable, pues tienen maneras rudas de manifestar su desacuerdo con algún filme, pero yo, sencillamente, he aprendido a sonreir y decirles: ¡cambien el canal! Aunque, siendo honesto, son más los elogios y manifestaciones de cariño.

Entonces, ¿se considera un hombre popular?

– Si ser popular es literalmente tener amor de pueblo creo que lo tengo, y en abundancia.

¿Se sintió sorprendido con el Premio de Periodismo Cultural?

– No, creo que me llegó tarde, más de 40 años después de mis inicios, como sabes ininterrumpidos, y mi trayectoria intensa, pero no me sorprende. Casi todo me llega, aunque tarde, de modo que he aprendido a tener paciencia y a algo mejor y más difícil: no esperar nada.

¿Qué nuevos proyectos lo inquietan ahora mismo?

– Tengo varios libros de diversos géneros en proceso de edición, eso siempre me estimula mucho y otros sin compromiso editorial pero ya terminados. Guardo para la literatura el mismo ritmo indetenible y apasionado que para el periodismo. Porque todo nace de una misma persona, que no descansa, llamada Frank Padrón.

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