Gran final de Bailando en Cuba 2
Bailando en Cuba 2
Durante la gala final de Bailando en Cuba 2 fueron protagonistas diversas coreografías marcadas por complejidades técnico-artísticas que impusieron nuevos retos y visualidades.
Participaron varias compañías que amenizaron y suavizaron las tensiones del público reunido en el Teatro Astral, de La Habana. En esta oportunidad la pareja número 9, formada por Gleyner Jesús Delgado Nápoles y Daniela Rojas O´Farril, ganó la competencia. Entre otros premios, están invitados a participar en el espectáculo que desde julio próximo comenzará a montar la fundación española «Crea Dance Fundation María Robira en Barcelona».
El favor del público cubano estuvo reservado esta vez para la pareja número 13, conformada por Jorge Luis Calvaire Cuba y Zaida Liz Aymerich Medina, que obtuvieron el premio de la popularidad, según el conteo dado a conocer por las diferentes vías de votación puestas a disposición del público.
Las parejas 13 y 15, integradas por Jorge Luis Calvaire Cuba y Zaida Liz Aymerich Medina y por Zaldívar Valdés y Maydelis J. Martínez Romero, respectivamente, también hicieron gala de su mejor baile. Con gran maestría disputaron con fuerza y entrega esta gran final. Como premio a su esfuerzo representarán a Cuba en el «Festival Salsa Casino de Cancún».
Con la calidad de la entrega televisiva todos resultaron ganadores. El jurado de prestigiosos maestros de la danza en Cuba: Lizt Alfonso, Santiago Alfonzo y Susana Pous, incorporó en esta ocasión los acertados consejos de la maestra Lourdes Ulacia.
El trabajo de los coreógrafos, diseñadores de vestuario, escenógrafos y todo el equipo técnico artístico hizo posible un producto con una buena calidad visual.
Las compañías entregaron su baile al disfrute de toda la teleaudiencia que disfrutó el programa en las noches dominicales.
Bailando en Cuba 2 es un programa con una factura televisiva agradable desde todos los puntos de vista, característica que, a mi criterio, debería distinguir a todas las producciones televisivas generadas desde nuestros estudios, con los mismos equipos técnicos, camarógrafos, sonidistas y otros creativos.
En este concurso televisivo se demostró profesionalidad y dedicación para lograr que el televidente disfrutara y formara parte del programa.
Por eso la segunda temporada de Bailando en Cuba deja un buen sabor en la teleaudiencia cubana, que espera con beneplácito futuras entregas de este y otros programas, manteniendo la calidad visual que, como se dice en buen cubano: «puso el listón bien alto».
