26 de abril de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Un paradigma de asociacionismo en la República

El estudio de las reglamentaciones del Radio de Club de Cuba demuestra la capacidad de organización de las instituciones culturales durante la República
asociaciones radiales

Asociaciones radiales

En el escenario de la República, una de las asociaciones radiales más importantes fue Radio Club de Cuba, constituida en La Habana el 19 de Junio de 1928, reunidos en el Salón de Actos de la Escuela de Artes y Oficios, situada en Belascoaín, esquina Maloja.

Su objetivo era, desde una mirada científica y recreativa, preservar el estudio, examen, evolución y propaganda de lo relacionado con el radio.

Su domicilio radicaba en La Habana, pero su acción social abarcaba el territorio nacional. Podrían pertenecer al Club todas las personas que simpatizaran con la ciencia del radio, aunque residieran en distintos lugares del país.

Por unanimidad fue nombrada una Directiva Provisional que regía los destinos del Club hasta la primera quincena de enero de 1929, fecha en que se llevaron a cabo las elecciones generales, de acuerdo con lo dispuesto en el Reglamento de la asociación.

Ahí se estipulaba que el Presidente era el Comandante Casimiro Gumá; Vice-Presidente: Rafael García; Secretario: Alberto Giró; Vice-Secretario: Julio Power; Tesorero: Adolfo Roqueñi; Vice-Tesorero: Matías Meza; Vocales: Enrique Lasanta, Adalberto Álvarez, Antonio Ginard, Rogelio Morales, José Lara, José Leiro, Miguel A. Vega, Capitán Vicente Bonachea; Vocales Suplentes: Modesto Álvarez, Teniente Baltasar González, Ricardo Nodarse, Manuel Díaz Calazo, Luis Casas, Alberto S. de Bustamante y José Luis Ferriol.1

La institución tenía establecida cuatro categorías de asociados: fundadores, de número, socios de honor y benefactores. Eran socios los que se inscribían y contribuían dentro de los 30 primeros días, después de aprobado el Reglamento por el Gobierno Provincial.

Asociados de número, los que ingresaran después de la última fecha. Asociados de Honor, los que tenían a bien nombrar la Directiva, y Asociados Benefactores, los que tributaban con una cuota de cinco pesos o más, moneda oficial.

El importe de la cuota social era cincuenta centavos en moneda oficial, cuyo pago se realizaba por adelantado, pudiendo la Junta General, en cualquier tiempo, modificarla.

El número de socios era ilimitado, considerándose como tales los que abonaban sus cuotas correspondientes. Era deber de todo asociado:

  • Procurar el mayor prestigio para el Club.
  • Prestarle su concurso en todo lo que sea posible y por todos los medios a su alcance.
  • Indicar a la Directiva o a la Junta General todo lo que se considere digno de establecerse o modificarse.
  • Cumplir los preceptos reglamentarios.
  • Asistir a todos los actos que realice el Club.
  • Comunicar inmediatamente al Secretario cualquier cambio de domicilio, para su asiento en el libro correspondiente.2

Dentro de los derechos de los asociados, se encontraban:

  • Emitir su voto y tomar parte en las deliberaciones de las Juntas Generales.
  • A que el Club prestara su cooperación y ayuda a las reclamaciones que formulaba juiciosamente, relacionadas con la radio, siempre que estuvieran comprendidas dentro del Reglamento o leyes establecidas por la República.
  • A que se disfrute de los beneficios de instrucción sobre Radio-Telegrafía y Radio-Telefonía, así como hacer uso de todos los aparatos del laboratorio, Biblioteca, trasmisora y cuanto pertenezca a la propiedad del Club, sometiéndose a lo que ordene el Reglamento interior sobre esta materia.
  • A que por el Secretario se le faciliten los datos que previamente solicite por escrito, con relación a asuntos administrativos en el Club.
  • Obtener gratuitamente un Reglamento social.3

El Club celebraba dos Juntas Generales Ordinarias que tendrían efecto en la primera quincena de los meses de Enero y Julio. En el citado mes de Enero se nombraba la Comisión Electoral, compuesto por un Presidente y dos Vocales.

Cada año, en las Juntas se daban a conocer los balances del semestre anterior, nombramiento de las Comisiones para atender los distintos departamentos como: Laboratorio, Biblioteca, Estación Trasmisora, etc., así como también la Comisión de Propaganda y Expedientes para el semestre del año vigente y se presentaba la memoria en la Junta de Enero.

Tanto para las Generales como para las Extraordinarias, citaba la Secretaría, por medio de anuncios en los periódicos de mayor circulación en la ciudad de La Habana, con quince días de anticipación a sus celebraciones. En la convocatoria se hacía especial mención al día, hora, local y objeto de cada Junta.

Los proyectos de presupuesto de gastos estaban a la vista de todos los socios para su examen en la Secretaría, en los días que mediaban entre convocatoria y la celebración de las Juntas correspondientes.

Para formar el quórum para la celebración de Junta General, era necesaria la presencia, por lo menos, de 75 socios, los cuales acordarían si se celebraba o no dicha Junta. En segundas convocatorias de las Juntas Generales se lograba el quórum con el número que concurriera.

La representación y administración del Club estaba a cargo de su Directiva, elegida en Junta General de Elecciones, de acuerdo con lo estipulado en los artículos del capítulo III, y estaba integrada por un Presidente, un Secretario Contador, un Tesorero, 12 Vocales, sus Vices y Suplentes correspondientes.

Las atribuciones de la Directiva, eran las siguientes:

  • Declarar las vacantes de vocales y suplentes y cubrirles en la forma prevenida en el artículo 32.
  • Cumplir acuerdos de la Junta General.
  • Examinar los balances y la memoria antes que se citara a la Junta General.
  • Inspeccionar la contabilidad.
  • Cuidar de la capitalización, distribución y empleo de los fondos con estricta sujeción al Reglamento.
  • Aprobar los contratos que tenía que celebrar el Club, y cuidar de su cumplimiento.
  • Nombrar delegados de su seno para comisiones especiales.
  • Nombrar abogado, consultor, técnicos, así como los dependientes que fueren necesarios.
  • Fijar los deberes y atribuciones del personal del Club.4

El Presidente era la representación del Club cuando no podía serlo la Directiva. Sus atribuciones, eran:

  • Disponer las convocatorias para las Juntas Generales y Directivas.
  • Hacer cumplir las prescripciones del Reglamento.
  • Fiscalizar la recaudación y contabilidad.
  • Ordenar y revisar los pagos que estén acordados y autorizar las extracciones de fondos.
  • Presidir las Juntas Generales y Directivas, menos las de las Elecciones.
  • Llevar la firma ante las autoridades y corporaciones.
  • Autorizar todos los programas y cuanto se diga por estación radio-trasmisora.5

El Vice-Presidente, además de las atribuciones de vocal, sustituía al Presidente en los casos de ausencia, enfermedad o vacante (hasta nueva elección) ejerciendo entonces todas sus funciones.

  • Las atribuciones del Secretario Contador eran las siguientes:
  • Actuar en todas las Juntas Generales y Directivas, redactando sus actas.
  • Suscribir con el Presidente el Libro de Actas.
  • Llevar las inscripciones de socios, declaraciones de derechos e informar y tramitar los expedientes.
  • Ordenar y conservar la documentación y los libros.
  • Comunicar los acuerdos y redactar la memoria que la Directiva debía presentar a la Junta General.
  • Llevar la contabilidad.
  • Presentar en las primeras quincenas de los meses de Enero y Julio, en proyecto de presupuesto para el semestre venidero, tomándose como base el anterior.
  • Presentar semestralmente a la Directiva, un balance con relación a los ingresos y egresos detallados por conceptos.
  • Redactar los estados, balances y demás documentos de cobro que debían efectuarse.
  • Atender las reclamaciones de los socios.
  • Facilitar a los asociados los datos que interesen.

El Tesorero tenía como atribuciones:

  • Depositar en el Banco o Bancos que acuerde, la Directiva, las cantidades que se recauden.
  • Efectuar los pagos con los requisitos prevenidos para este Reglamento.
  • Dar cuenta con el balance mensual, de los recibos pendientes de cobro.
  • Presentar mensualmente un estado del movimiento de fondos a su custodia, para lo cual llevaría un libro de Caja, con su correspondiente Deber y Haber.
  • Conservar y guardar los valores al portador y nominales.
  • Intervenir en las cuentas de pago y cobro y firmar los balances con sujeción al Reglamento.

El Vice-Secretario Contador y el Vice-Tesorero sustituirán al Secretario y Tesorero, respectivamente, en los casos de enfermedad o vacante, teniendo además atribuciones de vocal y el cumplimiento del artículo 35. Los Vocales, se dedicaban a:

  • Asistir a las Juntas Generales y Directivas que celebre el Club.
  • Desempeñar las Comisiones que se les confíe por la Directiva, y auxiliar a ésta en la inscripción de la contabilidad del Club.
  • Sustituir al Presidente y al Vice-Presidente en los casos de enfermedad, ausencia o vacante, por el orden de un número en que se estuvieran colocados.7

Los fondos del Club lo constituían los ingresos por cuotas corrientes, los cobros por cualquier concepto y los donativos que se le hacían. Eran depositados en la institución bancaria que acordaba la directiva y los cheques para su extracción eran firmados por el presidente, Secretario-Contador y Tesorero, así como todos los recibos de cobro por cualquier concepto. Además, los fondos estarían en cuenta de ahorro, menos trescientos pesos, que estarían en cuenta corriente, y cincuenta pesos, en poder del Tesorero para gastos imprevistos.

El Club mantenía relaciones con las demás asociaciones similares establecidas tanto en la República como en el extranjero, con el fin de procurar el mejoramiento parcial o integral de las aspiraciones que perseguía la institución. Además el Club, no planteaba asuntos relacionados con la política, la religión, ni nada que podía originar divisiones entre los socios.

Acudir al estudio de las reglamentaciones del Radio de Club de Cuba nos demuestra la capacidad de organicidad de las instituciones culturales en el entramado de la República y además se hace fehaciente como esta agrupación constituyó un paradigma de asociacionismo ante otros modelos existentes en la época.

Bibliografía
1 Véase en Archivo Nacional: Fondo Registro de Asociaciones: “Radio Club de Cuba”, Legajo: 297, Expediente: 8550, p. 12.
2 Véase en Archivo Nacional: Fondo Registro de Asociaciones: “Radio Club de Cuba”, Legajo: 297, Expediente: 8550, p. 6.
3 Véase en Archivo Nacional: Fondo Registro de Asociaciones: “Radio Club de Cuba”, Legajo: 297, Expediente: 8550,
4 Véase en Archivo Nacional: Fondo Registro de Asociaciones: “Radio Club de Cuba”, Legajo: 297, Expediente: 8550,, p. 7.
5 Véase en Archivo Nacional: Fondo Registro de Asociaciones: “Radio Club de Cuba”, Legajo: 297, Expediente: 8550, p.8
6 Véase en Archivo Nacional: Fondo Registro de Asociaciones: “Radio Club de Cuba”, Legajo: 297, Expediente: 8550,
7 Véase en Archivo Nacional: Fondo Registro de Asociaciones: “Radio Club de Cuba”, Legajo: 297, Expediente: 8550,

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