«La bola» llegó a la TV
Juego de béisbol
Reconozco a priori que se trata de un escandaloso disparate, pero a menudo imagino a nuestros indiecitos taínos jugando, no batos, sino beisbol.
Ah, pero tal desatino no carece de explicación. Porque la vida de mis compatriotas gira en torno a ese forcejeo que se forma en torno a las bolas y los strikes.
Por ejemplo: la jerga cubiche está empapada de tal asunto.
Quien se encuentra en una situación peligrosamente decisiva está “en tres y dos”. “La botó” el que tiene una actuación brillante, en cualquier campo, tal como el bateador cuyo impacto hace salir a la bola del parque deportivo.
Cogen “fuera de base” al sorprendido in fraganti, sobre todo durante una relación extramatrimonial. Está “calentando el brazo” quien se prepara para cualquier tarea.
Confieso que fui un pésimo jugador, lo cual me ganó, dentro de mi beisbolera familia, el calificativo de “un out vestido de pelotero”.
Ha sido tan intensa la pasión nacional por el juego de las cuatro bases, que comprendo el alboroto que se formó aquel día veraniego de 1950.
Los cubanos, jamás a la zaga
No hay chovinismo, patriotería barata, en tal declaración. Sobran los hechos que la apoyan.
Por ejemplo. Esta Gran Antilla se adelantó a toda Iberoamérica en tener:
– Ferrocarril (1837, una década antes que la Metrópoli).
– Anestesia con éter (1847).
– Sistema de alumbrado público (1889).
– Telefonía con discado directo, sin necesidad de operadora (en La Habana, 1906).
– Equipamiento de rayos X (1907).
Y, así, ad infinitum.
Pero vayamos a lo nuestro.
Cuando finalizaba 1950 estaban en el aire dos telemisoras cubanas: Unión Radio TV y CMQ TV, en medio de una feroz rivalidad entre el santanderino Gaspar Pumarejo y los hermanos Mestre, zares del éter.
Nos recuerda la siempre bien enterada colega Mayra Cue (1) que una tarde el grupo de estudiantes de ingeniería eléctrica contratados por Unión Radio TV y que eran aprendices de televisión sobre la marcha, estaban practicando con sus cámaras en el Stadium de El Cerro, durante un encuentro beisbolero.
Pero en la planta, por error, lanzan las señales al aire.
Cuando los muchachos llegan a la emisora los sorprende una multitud jubilosa que los aplaude.
Se ha producido la primera transmisión de un juego de tal deporte en Iberoamérica.
(1) Mayra Cue Sierra: Cuba, 1950: Las primeras imágenes de Béisbol en la Televisión iberoamericana. CUBARTE.
