Los que conocimos a Corina Mestre en algún grado de cercanía, estamos embargados por la sorpresa de su muerte. Duele no tenerla más. Siempre activa y ocupada, siempre tenía un segundo para saludar al público que se le acercaba, confrontar un criterio o preguntar por los niños que vio crecer. Fue una persona ligada a la vida de muchos.
Televisión cubana
Abril y mayo marcan el aniversario de dos programas culturales de nuestra televisión, por lo cual es preciso reflexionar en la importancia de este tipo de espacios y las necesarias valoraciones que ayuden a mejorar sus resultados.
Diez años en pantalla acercándose al múltiple universo de la cultura cubana, desde y con sus protagonistas como invitados especiales.
Es lógicamente común, que ante determinadas fechas, intentemos visibilizarlas ese día, pero queda una brecha abierta fatal, pues si se trata de aportar a trazar estrategias, es menester destacarlas desde antes, como es la intención de estas cuartillas.
José Domingo Lugo González, quien sería conocido por la versión abreviada Domingo Lugo se enseñoreó de la victrola, la radio y la TV.
Numerosos estratos de lo más popular y hasta marginado cubano, fueron criados en esas artes como fieles seguidores de aquellas zarzuelas españolas aún cuando ya hubiera una relevante tradición de zarzuelas cubanas, y luego engrosarían las filas de lo más culto, trabajador y honrado del país.
La televisión es el conjunto de audiovisuales que dejamos entrar a nuestros hogares mediante los televisores, pero también implica un universo simbólico en cuyo patrimonio material destacan sus locales.
Un conflicto de la televisión es el alto valor y alcance de su funcionalidad al legitimar actitudes positivas y desmitificar prejuicios.
Aunque se ha avanzado en entender el amor mucho más allá de la sexualidad, a veces se obvian las infinitas aristas con que se enriquece el amor sexuado, resguardando así prejuicios y sufrimientos fatales contra el desarrollo armónico de la Humanidad.