Las letras en el éter presentan…
Guion de radionovela en Cuba
Aunque sea verdad sabida, no huelga reiterar el importante papel que tuvo Cuba, desde el talento de sus creadores, en la consolidación de la radionovela como importantísimo género dentro de la difusión masiva. Diversas investigaciones confirman que en la década de los años cincuenta del pasado siglo, las producciones cubanas en este rubro se exportaban a Latinoamérica y tenían un público amplísimo. Hasta las siempre poderosas y avanzadas estaciones norteamericanas debieron aprender y beber alguna que otra vez de las enseñanzas criollas.
Hay dentro de este importante entramado una pieza, aunque todas son importantes en tan compleja maquinaria creativa, que puede calificarse sin dudas como el vientre materno desde el cual se genera todo. Hablamos de la escritura, el guion de la radionovela. Justo sobre esa semilla, desde la cual florece una historia, trata el libro Confluencia de letras en el éter. Análisis sobre el guion de radionovela en Cuba, de la periodista, editora, narradora y poeta Sheyla Valladares Quevedo y que publica la Editorial En Vivo.
Antes de hablar del contenido, dediquemos unas palabras a la autora. Valladares es Licenciada en Periodismo por la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y egresada del XII Curso del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Además de un libro de relatos y varios poemarios publicados, cuenta con participación de sus obras creativas en antologías de cuentos y de literatura infantil. En coautoría con Yunier Riquenes realizó el volumen de entrevistas Dicen los escritores de la Generación 0.
En el caso del texto que nos ocupa hay un importante elemento que no debe ser pasado por alto. El libro es el resultado de la investigación que realizara Sheyla Valladares para su Trabajo de Diploma en pos del título académico de Licenciada en Periodismo. La destacada guionista radial Orieta Cordeiro, junto con otra grande la radio cubana, la directora Caridad Martínez, formaron parte del tribunal que evaluó positivamente tal ejercicio docente. Sobre la obra, Cordeiro destaca en el prólogo esta idea. “Cuando estuvimos ante el trabajo de Sheyla Valladares y su defensa, nos asombramos por la minuciosidad de la investigación, el amor que desprendía hacia (…) las radionovelas. Sin dudas, oponente y tribunal estuvimos de acuerdo en recomendar su publicación. Felizmente hoy me satisface prologar este libro”.
El volumen se divide en dos grandes capítulos que, a su vez, se subdividen en diversos contenidos. El primer acápite aborda el prisma teórico e histórico del tema, sus orígenes, los rasgos que caracterizan al género, así como sus características constantes y mutables. Asimismo, se analizan las evoluciones de la radionovela a lo largo de su historia y hasta la actualidad.
Una segunda parte incorpora los ciclos vividos por el género en nuestros diversos contextos históricos, sus más importantes iniciadores y la influencia de estas obras en el desarrollo de los medios radiales criollos. Los cambios sociales luego de 1959, la asunción diferente de personajes y objetivos, el cambio inevitable en el tratamiento y orden de los conflictos y hasta en la aceptación e intereses del público receptor, así como los avatares y limitaciones en más cercanas épocas de escasez, también se recorren.
La disección de la carpintería interior de este tipo de creaciones ocupa la tercera parte de este capítulo. Las estructuras del folletín radial, la construcción de sus personajes, además de un análisis de la radionovela diferente que se requiere y se pretende en tiempos actuales, sellan este espacio.
El segundo capítulo del libro es un excelente complemento al análisis teórico e histórico que lo precede. En estas páginas la autora reúne catorce entrevistas con escritores, asesores y directores radiales de diferentes edades, visiones y estilos, aunque todos con el denominador común de ser asiduos cultivadores de las radionovelas. Para no agobiar con la lista bastarían los nombres de Orieta Cordeiro, Cary Cruz, Josefina Martínez, Joaquín Cuartas, Alberto Luberta Martínez y Ernesto Daranas, entre otros muchos destacados profesionales del medio.
Sin dudas este es un libro necesario, que guarda saberes y aporta nuevos. Las pantallas de papel de Confluencia de letras en el éter esperan por ser abiertas.
