26 de abril de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Escuchar la voz del otro

Memoria y verdad artística enriquecen la programación de documentales en la TV
Memoria y verdad artística

Memoria y verdad artística

¿Cómo voy a contarle a mis hijos sobre la memoria histórica para nutrir su formación humanista, identitaria y patriótica? Esta interrogante es compartida frecuentemente por padres de diferentes generaciones. La niñez y la juventud, espectadores interactivos, pueden encontrar en el cine documental, saberes, interpretaciones, acercamientos a hechos, personajes, procesos culturales de trascendencia social, política y cultural. Escuchar la voz del otro propicia el tránsito expedito por caminos en los que se descubren indicios inquietantes, la punta de un iceberg, el origen de conflictos.

Decía Glauber Rocha: “la estética es nuestra ética y la ética es nuestra estética”. Esta máxima guía el propósito de quienes comprometen su mirada al revelar ideas, pensamientos, hallazgos, en el océano de información circundante. Según visibilizan los programas Pantalla documental (CE, miércoles, 10:00 p.m.), Maravilloso mundo, (CE2, sábado, 6:15 p.m.), y otras emisiones de la televisión cubana, la construcción dramática se expresa en confesiones íntimas de quienes redescubren mundos íntimos y las complejidades de la vida cotidiana. En múltiples ocasiones, los realizadores abordan estereotipos, manipulaciones, ocultamientos, los cuales han sido socializados para legitimar el dominio masculino y el uso de la violencia como forma de mantener el control sobre lo femenino.

Con frecuencia las puestas evidencian las actitudes negativas del agresor: “perdió el control, estaba borracho” o “siempre fue una persona “normal”, le dio un arrebato, era muy buen marido” y la de persona agredida: “ella vestía de manera provocadora” o “no lo deja porque a la mujer le gusta aguantar”. Estos, entre otros testimonios, demuestran la hegemonía de la cultura patriarcal o machista que se manifiesta en normas sociales o culturales afianzadas por la tradición y garantizan la permanencia del poder masculino. Es preciso alertar sobre realidades complejas que demandan la atención de la sociedad donde se producen.

Lamentablemente, de esto no se habla con la sistematicidad, el enfoque requerido. Acuciosas investigaciones y documentales producidos en varios países evidencian que no basta con hacer una película de excelencia técnica y estética, ni siquiera de gran creatividad, quizá el argumento más fuerte que podemos alegar a favor del documental es el de la verdad, pues, según reconocen muchos realizadores, el contrato implícito entre un filme de no ficción y sus espectadores supone que el contenido corresponda a algo real y verdadero, o que haya existido en el universo real.

Según manifestó el maestro Santiago Álvarez: “La intención de aportarles a los acontecimientos una estructura narrativa, permite hablar de la importancia concedida a una dramaturgia donde los recursos artísticos empleados están en función de un desarrollo dramático. Por ejemplo, el uso del montaje en su dinamismo, en su carácter de contrapunto, de elemento profundizador de la realidad, en su toma de partido, tiene como objetivo crear imágenes y metáforas que fortalezcan el conflicto”.

Pensemos, las obras audiovisuales son pensamientos sensibles, filosóficos, que van en búsqueda de respuestas a indagaciones de naturaleza científica, filosófica, por lo tanto, exigen argumentos con sólidas bases conceptuales y valores artísticos

Jóvenes realizadores indagan en lo real desde la colocación de la cámara, un presupuesto indispensable en el audiovisual.
Jóvenes realizadores indagan en lo real desde la colocación de la cámara, un presupuesto indispensable en el audiovisual.
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