Julito, ojalá que exista el trasmundo. Y que allá tengan un equivalente de El Cuchillito, ese bar aledaño a Progreso
Argelio Santiesteban
“Yo era apuesto, tenía pelo y estaba ranqueado como uno de los tipos más satos del hemisferio occidental”, me dijo un día en Bohemia Tony Martin
Eduardo Santiesteban fue un hombre de la radio desde muy joven, a las ondas hertzianas dedicó 26 años de su existencia.
La décima es ingrediente insustituible en la misma semillita del país
Luis Casas Romero, flautista, director de orquesta, compositor y combatiente mambí, en 1922 lanzó al éter sus ondas hertzianas. (Antes de que la BBC saliese al aire).
Eran dos cantantes y un actor, presencias habituales en la radio y la tv en la década de los 1950
En cada instante, jamás la patria esperó por él. Claro, era asunto del mismísimo ADN
La televisión hace su entrada en los hogares cubanos en aquel 1950, pero, mientras tanto…¿qué pasaba en la cultura cubana?
Músico de orquestas populares, escritor de la radio y la televisión, poeta y ensayista, Helio Orovio nos ha dejado “una falta sin fondo”.
En mayo de 1894, aparece en suelo cubano el músico azteca Juventino Rosas. Su vida no dejaba para él ni buenas nuevas que enviar, ni hogar amantísimo que las recibiese